La Paz, 3 mar (PL) La grave crisis de la privatizada compañía Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) tiende a convertirse hoy en agonía, con el inminente embargo de sus bienes por acreedores y un posible juicio por corrupción conra su presidente.
Un juzgado laboral se apresta a fijar la fecha del remate de ocho inmuebles de LAB, por un proceso abierto por la administradora privada de fondos de pensiones Previsión, que reclama el pago de unos cuatro millones 500 mil dólares.
El monto corresponde a los aportes previsionales de los trabajadores de LAB, que la cuestionada empresa retuvo de los salarios, sin cumplir con depositarlos en Previsión, informó el gerente comercial de esta, Rodrigo Arce.
Advirtió que si el producto del remate de los inmuebles no fuera suficiente para cubrir la deuda, en el proceso están registrados también ocho aeronaves de LAB, las que solamente serán vendidas como última opción, tratando de que la compañía siga operando.
Está en marcha, además, un proceso similar de la administradora de pensiones Futuro, por cuatro millones 500 mil dólares, y LAB adeuda 20 millones por concepto de impuestos, además de haber sido privada de varias aeronaves por no pagar por su arriendo.
La empresa fue intervenida por el gobierno el 9 de febrero pasado, con fines de reflotamiento y normalización, ante una larga huelga de pilotos que impidió los vuelos nacionales e internacionales de la compañía.
La aerolínea fue privatizada en la década pasada a cambio de promesas de inversiones, en favor de la empresa brasileña Vasp, en el marco de una política de privatización de las grandes empresas estatales, bajo el primer gobierno del neoliberal Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-97).
Vasp recibió 50 por ciento de las acciones, las que en los últimos años y desatada la crisis, cedió al empresario Ernesto Asbún, actual presidente de la compañía y quien fue citado hoy a un interrogatorio por el fiscal anticorrupción de La Paz, César Siles.
Siles dijo haber encontrado suficientes indicios de que el empresario cometió delitos contra el transporte público y de daño económico contra el Estado, aunque apuntó que antes de presentar acusación formal es necesario escucharlo.
Agregó que Asbún recibió la empresa en situación crítica, pero no hizo nada para revertir la situación y tomó en cambio decisiones desacertadas que agravaron la crisis hasta el punto que LAB está al borde de la quiebra actualmente.
Paralelamente, Vasp notificó a LAB que Asbún no pagó todo el dinero pactado por la venta de las acciones, por lo cual los interventores y los trabajadores de la aerolínea concluyeron en que no es más accionista mayoritario.
El empresario, por su parte, amitió anoche en la ciudad central de Cochabamba, sede de LAB, que no pagó por las acciones y pretendió dejar las deudas y otros graves problemas de la compañía bajo responsabilidad del gobierno, alegando que este no lo deja manejarla.
Por su parte, el superintendente de Transportes, Wilson Villarroel, afirmó que el Estado no tomará decisiones sobre la situación de la aerolínea mientras no se terminen las auditorías sobre la situación de la empresa y que deben concluir en las próximas semanas.
Villarroel dijo que no se deben adoptar medidas precipitadas, pues previamente hay que conocer la situación real de la empresa y las causas precisas de la crisis en que se encuentra.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario