Haití ha vivido una interminable tragedia desde el 2004 cuando una mafia de políticos y funcionarios norteamericanos, después de una campaña internacional de desinformación, provocaron el secuestro y la grotesca evicción del presidente Jean-Bertrand Aristide, con la bendición de la Casa Blanca.
Esa mafia tuvo como respaldo económico para realizar sus planes a la United States Agency for International Development (USAID), al International Republican Institute (IRI) y a la National Endowment for Democracy (NED), todas organizaciones fuertemente involucradas en múltiples actividades injerencistas en Cuba.
Dos investigadores, uno canadiense y otro norteamericano, Anthony Fenton y Jeb Sprague, ambos especializados en el tema haitiano y caribeño, acaban de demostrar cómo la USAID, el IRI y la NED han financiado los grupos políticos de Haití que han pretendido oponerse a la voluntad de la inmensa mayoría de los haitianos a través del fraude electoral.
"La estrategia del segundo turno en la elección presidencial ha sido ideada por el Haiti Democracy Project, desde Washington", afirma Fenton en conversación con Granma Internacional. "Su llamada misión de observación incluye un observador oficial del Gobierno norteamericano, John Merrill, jefe de los programas del hemisferio occidental del Departamento de Defensa, y está vinculada al candidato principal del IRI y de la NED, Charles Henri Baker".
Fenton señala un despacho del 25 de noviembre de la Agencia Haitiana de Prensa que revelaba que ocho partidos de la oposición a Aristide acababan de conformar un acuerdo en función de un segundo turno en el escrutinio presidencial, a fin de recuperar este momento crucial.
El texto describía, con antelación, cómo Fusion des sociaux democrates, Grand Front centre droit, Allyans, MOCHRENA, Rassemblement des démocrates nationaux progressistes, Organzation du peuple en Lutte, Union de Chavannes Jeune et Regroupement RESPE/KONBA iban a reunirse después de un primer turno electoral, detrás de su candidato a la presidencia, quien reuniría así el número más alto de votos.
La mayoría de estas organizaciones se han vinculado, de una forma u otra, a las actividades del USAID/IRI/NED en el país, en el curso de los últimos años. Dirigentes de OPL y Konakom se han reunido en Washington con funcionarios del IRI y del Departamento de Estado, al lado de Rudy Boulos, empresario millonario vinculado a la creación del Haiti Democracy Project. Colmo de lo absurdo, los grupos Ayiti Kapab, KONAKOM, OPL y PANPRA han sido reunidos por el IRI en un "grupo socialista".
"En Haití, la izquierda está a la derecha", comenta Fenton.
Por su parte, Jeb Sprague, investigador universitario de California, indica que el programa civil de las Naciones Unidas en Haití recibió 3 millones de dólares de parte de la USAID, una cantidad que se usó para "nivelar el terreno" político, al distribuirse estos fondos a grupos que participaron o apoyaron el golpe contra Aristide.
El programa USAID-UNOPS ha proveído material electoral, créditos de publicidad en la televisión y la radio, folletos, afiches, oficinas de campaña, vehículos y computadoras a todos los partidos, salvo a Lespwa, el grupo de Preval.
Sprague al consultar la lista de los subsidios otorgados por la NED para el 2005 obtenida por Fenton, indica que se otorgó a Haití unos 541 000 dólares y una cantidad similar para el 2006. "La NED hace abiertamente lo que la CIA hacia de manera oculta… Financia grupos de la sociedad civil y organizaciones que ‘cuadran’ en los intereses estratégicos de los Estados Unidos".
Fenton señala la existencia de una "estrategia amplia, coordenada por el Departamento de Estado, la NED, USAID, entre otros actores, para apadrinar colectivamente las condiciones para el dominio de una elite en estricta observación de las orientaciones para una globalización neoliberal".
El investigador canadiense recuerda cómo el primer comunicado del Haiti Democracy Project, emitido antes de la clausura de las mesas de votación señalaba: "Todo indica que para las elecciones presidenciales y legislativas, la mayoría de los candidatos tendrán que prepararse para un segundo turno".
Fenton subraya la influencia del HDP "sobre la maquinaria mediática", que insistía para afirmar que el segundo turno tenía que "ser aceptado como una posibilidad seria".
En este mismo sentido, el Miami Herald presentó a Charles Henri Baker, ex Jefe del grupo 184 anti’Aristide convertido en candidato presidencial "como una fuente confiable".
Fondation Espoir, la organización del vocero de Baker, Hans Tippenhauer, recibió 182 970 dólares de la Ned después del derribamiento de Aristide y aproximadamente 40 000 del IRI.
El 29 de enero último, en un artículo publicado en el New York Times, el ex embajador de Estados Unidos en Haití, Brian Dean Curran, acusaba al IRI y su representante en el país caribeño, Stanley Lucas, de haber contribuido a crear el ‘caos’ en Haití.
Dijo el diplomático que advirtió repetidamente a la administración Bush, antes del golpe, que un grupo supuestamente dedicado a la ‘construcción de la democracia’ le creaba trabas en su trabajo.
"He advertido que Haití se precipitaba cabeza primera hacia un cataclismo, un desorden, otro golpe violento…Pero en vez de un cambio de política, aparecía, 7 meses más tarde, un individuo acusado de haber encabezado los escuadrones de la muerte". Se trataba de Stanley Lucas, quien continúa hoy de representante del IRI en Puerto Príncipe.
En un artículo titulado The other regime change (El otro cambio de régimen) publicado por el sitio web salon.com (1), el periodista norteamericano Max Blumenthal revelaba ya en julio del 2004 cómo el IRI, representado por Lucas, dirigió el golpe contra Aristide.
Según Blumenthal, Lucas es la versión haitiana del colaborador iraquí Ahmed Chalabi. "Ex campeón de judo con imagen de ‘playboy’, Lucas procede de una familia adinerada identificada con la familia Duvalier, cuyo régimen asesino dominó a Haití durante décadas. Esa familia es también famosa en Haití por la masacre, ocurrida en 1987, de unos 250 pequeños agricultores que reclamaban una redistribución de las tierras de su hacienda.
El activista del Partido Republicano norteamericano que más se involucró en la conspiración contra Aristide y que seleccionó a Lucas como representante del IRI, se llama Caleb McCarry.
McCarry hoy día es el procónsul designado por la Administración de Bush para intentar provocar la anexión de Cuba.
LAS agencias norteamericanas que han organizado, orientado y financiado varias de las entidades políticas haitianas y que han manipulado desvergonzadamente las elecciones en esa empobrecida isla caribeña, son las mismas que se encuentran detrás de los planes norteamericanos para la creación en Cuba de una "oposición" facticia, manejada desde los Estados Unidos.
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