inSurGente 22 Feb.- Después de un largo enfrentamiento formal entre el presidente de Ecuador, Alfredo Palacio, y el Legislativo, que bloqueó la convocatoria de una asamblea constituyente como pedían los sectores sociales que derribaron a Lucio Gutierrez, la situación presagia una explosión social en el país.
Ante esta situación, el gobierno -en la voz de su ministro de Defensa- ha pedido la ocupación del país por una “fuerza de paz” como en Haití. Las promesas hechas a los forajidos cuando el pueblo indignado derribó al presidente felón han sido incumplidas por las fuerzas políticas tradicionales emboscadas en las instituciones. (En la imagen, manifestación de forajidos en Quito en abril del año pasado).
La liquidación del Tratado de Libre Comercio que se está negociando aceleradamente con Washington, el abandono por el ejército yanqui de la base de Manta –centro de intervención del plan Andino-, y la convocatoria de una asamblea constituyente para refundar el país son exigencias postergadas por quien ocupó el sillón presidencial del que el pueblo arrancó a Gutierrez. El grito de la insurrección, ¡Que se vayan todos!, vuelve a sonar en Ecuador mientras los EEUU ocupan posiciones en el gran frente continental..
Prensa Latina.- La creciente inestabilidad reinante hoy en el Ecuador por paros provinciales genera gran preocupación y hasta alarmantes augurios que denotan la agudización de la crisis en este país andino.
La toma de instalaciones petroleras por manifestantes de la provincia de Napo, así como la intervención de los militares, que dejó ayer un saldo de tres heridos de bala, provoca incertidumbre en todo el país.
Para el ministro ecuatoriano de Defensa, Oswaldo Jarrín, de continuar el caos social, el país requerirá de una fuerza multinacional para controlarlo.
El titular rechazó en declaraciones a medios de prensa nacionales los actos de sabotaje contra la industria petrolera por pobladores que reclaman recursos que prometió el gobierno.
"El desorden ha llegado a un clímax que impide que la ley pueda ser aplicada", subrayó Jarrín, al advertir que requerirán de una fuerza de paz como la que tienen en Haití.
"Vamos a necesitar de un poder exterior para poder reconstruir la nación", aseveró.
El ministro se quejó de las reiteradas protestas en varios territorios de este país por la falta de recursos para impulsar obras sociales y de la actuación de los pobladores de esas zonas.
Deploró la actitud de las autoridades provinciales que instigan a las protestas contra el Gobierno, y estimó que por esa causa el Estado es percibido como un enemigo.
En su opinión, "en el futuro tendremos un Haití en Ecuador", donde el desorden de las comunidades reclamará de una fuerza internacional de paz para recuperar la paz, el orden y reconstruir la nación.
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