Managua 24 Feb. - La posibilidad actual de una destrucción de armamento perteneciente al ejército nicaragüense ha provocado enfrentamientos entre gobierno y grupos de oposición.
Los misiles SAM -7, con los que fácilmente se puede derribar un avión y de los que se podrían destruir más de medio millar, es el punto de discordia entre ambos sectores, que no logran un punto medio en este tema.
El gobierno mantiene la posición de que es “necesaria” la destrucción de los misiles, mientras que grupos de la oposición advierten que esa decisión no beneficiaría a Nicaragua y exigen justificaciones para la ejecución de esa medida.
En medio de la polémica, además, los nicaragüenses recuerdan que la asistencia militar estadounidense a ese país ha sido condicionada en el pasado a la destrucción de misiles tipo SAM- 7.
De acuerdo al reporte de Nicolás García, corresponsal de TeleSUR en Nicaragua, el Jefe del Ejército, Omar Hallesleven, sostuvo que el gobierno no tiene por qué justificar la destrucción de los dispositivos militares.
“Nosotros no tenemos por qué justificar (…) es una necesidad nacional, es una seguridad nacional la que está solicitando que se haga esa destrucción de los misiles”, indicó.
No obstante, el alto jefe militar reconoció haber tenido “presiones” para llevar a cabo la destrucción del material bélico.
“Presiones les dije que las tenía”, admitió Hallesleven ante preguntas de periodistas.
Pese a las declaraciones y justificaciones de los funcionarios del gobierno, el futuro de los misiles tipo SAM- 7 será definido por la Asamblea Nacional, que deberá votar una ley específica para la operación.
El Ejército afirma que con cuatrocientos de los 1.051 misiles que actualmente tiene en su poder Nicaragua, se garantizaría la defensa del país tierra aire.
No obstante, los diputados sandinistas, que son minoría en el Parlamento, temen que el deseo de las autoridades sea destruir todo el arsenal.
Lo ocurrido en Bolivia, unos días antes de la toma de poder de Evo Morales, cuando un arsenal de misiles tipo SAM – 7 fueron destruidos a solicitud de los Estados Unidos, hace pensar que una política similar podría ser aplicada en Nicaragua ante el inminente triunfo del partido sandinista en las elecciones de noviembre próximo.
sábado, febrero 25, 2006
Intervencionismo: EEUU presiona a Nicaragua para destruir sus mísiles Sam-7
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