Bagdad 2e Fe. - Una serie de explosiones en Bagdad y al sur de la capital dejó el domingo al menos cinco muertos, incluidos dos soldados estadounidenses, mientras que se levantó en tres provincias un toque de queda diurno, impuesto tras el ataque dinamitero contra un santuario chiíta y las represalias contra los sunitas.
Una prohibición al tránsito de vehículos durante cualquier hora del día seguía en efecto en Bagdad y sus suburbios, mientras las autoridades trataban de detener la violencia que ha dejado casi 200 muertos desde que el santuario chiíta fue destruido el miércoles, en Samarra.
Sin embargo, las restricciones al tránsito fueron levantadas en las provincias de Diyala, Babil y Salahudin, donde se encuentra el templo.
En Hila, una ciudad predominantemente chiíta en Babil, una bomba estalló en una repleta estación de autobuses. La explosión dejó dos muertos y cuatro heridos, dijo el capitán policial Mutana Jalid.
Jauad Jazim, un conductor, atestiguó el ataque y dijo que un sujeto que llevaba una bolsa abordó un autobús y bajó momentos después con las manos vacías. El autobús estalló poco después, dijo el testigo.
En Madain, unos 20 kilómetros al sureste de Bagdad, una bomba junto a una carretera estalló al paso de una patrulla policial. El estallido mató a un agente e hirió a otros dos, dijo el teniente de la policía Bilal Alí Mayid.
Dos soldados estadounidenses murieron la madrugada del domingo, cuando su vehículo fue alcanzado por una bomba al lado de una carretera en el occidente de Bagdad, informaron fuentes castrenses.
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