BAGDAD (AFP) - Los kurdos y los sunitas emprendieron una ofensiva política el jueves para evitar que el actual primer ministro iraquí, el chiíta Ibrahim Jaafari, continúe en el cargo, mientras la violencia se cobraba otras 33 vidas en el país.
"Los grupos kurdos y sunitas piensan que (Jaafari) no es la persona apropiada y no pueden formar un gabinete con él, pues no adopta una posición neutral", afirmó el jueves a la AFP el diputado kurdo Mahmud Osman.
En cambio, varios responsables chiítas insistieron en que la elección de Jaafari era irrevocable.
Ibrahim Jaafari fue elegido en febrero por los chiítas conservadores de la Alianza Unificada Iraquí (AUI), que obtuvo 128 de los 275 escaños en las elecciones del 15 de diciembre. Según la Constitución, el jefe del Estado debe designar un diputado del grupo parlamentario preponderante como primer ministro.
Pero esta opción genera malestar entre la Alianza Kurda (53 escaños), el Frente de Concordia Sunita (44 escaños) y la lista del ex primer ministro chiíta Iyad Alaui (25 escaños).
Unas discrepancias que podrían retrasar aún más la formación del gobierno, cuando han transcurrido ya casi tres meses desde los comicios.
"Las listas kurdas, sunita y la de Alaui van a pedir a la lista chiíta que revise su elección. El primer ministro debe ser aceptado por todos", añadió Osman, al estimar que Jaafari fracasó en su tarea el año pasado.
"No tenemos nada en contra de su persona pero (su balance) está por debajo del nivel requerido, no ha podido controlar la situación (...) El gobierno es incapaz y (Jaafari) debe ceder su lugar a personas competentes", agregó uno de los dirigentes del Partido Islámico y diputado del Frente de la Concordia, Alaa Makki.
Pero Salam al-Maliki, ministro saliente de Transportes y dirigente del movimiento del jefe radical Moqtada Sadr, que votó por Jaafari, les ha contestado a unos y otros que "es un asunto interno de la AUI y no permitirán a ningún bloque que se entrometa en la decisión".
Entre tanto, prosigue el rosario de ataques y actos violentos con su consiguiente macabra lista de muertos.
En Bagdad, cuatro atentados dejaron 11 muertos y 26 heridos. El ataque más sangriento fue perpetrado en el barrio chiíta de Sadr City, donde una bomba estalló en un minibús matando a cinco personas e hiriendo a otras ocho.
Un guardaespaldas de Adnan al-Dulaimi, jefe de la Lista del Frente de la Concordia, murió en un atentado en el que otros cinco sufrieron lesiones.
Por otro lado, cuatro personas perdieron la vida y otras once resultaron heridas en la explosión de una bomba en el mercado de Zaafaraniya, en el sureste de Bagdad.
En el resto del país, diversos ataques segaron las vidas de 22 personas.
Por último, las fuerzas estadounidenses anunciaron haber detenido a 61 miembros de la red de Abú Musab al Zarqaui, jefe de la célula iraquí de Al Qaida, en la región de Faluya, a 50 km de Bagdad.
jueves, marzo 02, 2006
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