Beijing, 17 Feb (PL) Los tradicionales enfrentamientos entre Estados Unidos y China por asuntos económicos y comerciales experimentaron esta semana una escalada, incluidas amenazas de Washington de represalias contra el gigante asiático.
Paralelamente, se intensifican las presiones externas para una apreciación del yuan/renminbi (RMB), moneda nacional china.
El argumento para futuras represalias es el déficit estadounidense en sus intercambios comerciales con esta nación asiática, que, como en ocasiones anteriores, Washington atribuye a la tasa de cambio del RMB.
Estadísticas chinas fijan ese déficit comercial en 100 mil millones de dólares, mientras que las estadounidenses lo aproximan a 201 mil millones de dólares.
Poco después de publicar esas cifras, Rob Portman, representante Comercial de Estados Unidos, anunció el martes que Washington buscará todas las opciones posibles para controlar varios problemas con China y prometió un reforzamiento riguroso de las leyes comerciales.
Para Portman, el comercio de su país con esta nación asiática carece de equidad, durabilidad y equilibrio, y anunció la creación de un grupo especial que, entre otros asuntos, vigilará la situación de la propiedad intelectual en China.
Las presiones, armas tradicionales en los diferendos de Estados Unidos con otros países, fueron rechazadas de inmediato por Qin Gang, vocero del ministerio de Relaciones Exteriores chino.
Qin dijo la víspera que las presiones y amenazas de sanciones no ayudarán a resolver los problemas bilaterales y recordó cuanto se benefician los estadounidenses con los productos chinos de bajo precio.
Las intimidaciones con futuras represalias comerciales se acompañaron de presiones sobre la moneda china, en las que participan otros actores.
Noticias procedentes hoy de Tokio indican que Hiroshi Watanabe, viceministro japonés de Finanzas, pidió que China maneje el valor del yuan en línea con una canasta de monedas, y en vez de usar la canasta sólo como referencia.
China revaluó el yuan/RMB el pasado mes de julio en 2,1 por ciento y puso fin a una década de cambio fijo con el dólar, para manejar el tipo de cambio con referencia a una canasta de monedas.
La tasa de cambio varió en julio de 2005 de 8,277 RMB por dólar a 8,11.
Las declaraciones de Watanabe coinciden con las formuladas la víspera por John Snow, secretario estadounidense del Tesoro, quien pidió a China respetar los compromisos y consideró que llegó la hora de hacer ajustes al yuan.
Por su parte, Ver Bernanke, el recién estrenado presidente de la reserva Federal, se unió al coro de presiones y afirmó que la apreciación del RMB beneficiaría a China.
Mientras, el yuan alcanzó esta semana una apreciación record frente al dólar, al cambiarse 8,0472 RM por billete verde por primera vez desde su reevaluación.
El tema monetario fue abordado por Robert Mondell, premio Nóbel de Economía, en un foro efectuado en Beijing el 14 de este mes, en el cual reiteró criterios anteriores, contrarios a una apreciación rápida y amplia de la moneda china.
Para Mondell, ello traería perjuicios de diversas índoles para la economía china, entre los que citó una reducción de beneficios de todas sus corporaciones y retrotraer el desarrollo agrícola del Oeste del país.
Asimismo causaría merma en las inversiones directas extranjeras -impulsoras de las exportaciones- y reduciría a la mitad la actual tasa de crecimiento económico de China, que es ahora de nueve por ciento, según Mondell.
Chen Siwei, experto economista y vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (parlamento), pidió a la administración de George W. Bush no politizar el tema.
Por su parte Liu Jianchao, también portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, reiteró el martes la decisión china de continuar la reforma del RMB, pero precisó que ello se hará acorde con los criterios de Beijing.
China hará la reforma siguiendo el criterio de qué es lo más favorable ara la economía internacional y para la suya propia, acotó el vocero.
arc/nzp
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