Caracas, 01 Mar. ABN.- Los miembros de la Asociación de Software Libre de Venezuela (Solve) denunciaron, a través de una nota de prensa, los peligros de una alianza entre el Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI), dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT), y la empresa IBM.
El viernes pasado, estos dos entes firmaron un acuerdo donde se establece que la transnacional participará en la creación del Laboratorio Nacional de Software Libre.
Solve alerta del poder de decisión que tendrá IBM al escoger las aplicaciones libres que sean establecidas como pilotos en la Administración Pública Nacional para su migración hacia el Software Libre.
Para sustentar su opinión citan la parte del acuerdo que dice que ''IBM de Venezuela evaluará, seleccionará y brindará soporte técnico en la implementación de pilotos basados en tecnologías Linux y de estándares abiertos. Adicionalmente, aportará, en calidad de préstamo, los equipos, productos y programas que permitirán desarrollar las herramientas necesarias para el diseño y fabricación de productos de software desarrollados con estándares abiertos”.
El Laboratorio Nacional de Software Libre es un organismo dependiente del MCT creado para coordinar la migración, el cual tendrá entre sus funciones identificar, evaluar y recomendar las distribuciones y demás desarrollos en Software Libre basados en Estándares Abiertos.
Además, contempla evaluar el Software a ser adquirido, o desarrollado para el Estado venezolano y coordinar el desarrollo de aplicaciones especializadas para la Administración Pública Nacional, según indica el Plan Nacional de Migración publicado por el MCT el año pasado.
Solve denunció que en vez de articularse la creación del Laboratorio mediante la articulación de redes sociales, como se afirma en el mencionado Plan, más bien se está acudiendo a transnacionales con intereses comerciales propios para tomar decisiones vitales en el Estado venezolano, entre ellas la compra y el uso de software.
También alertaron sobre el escaso contacto y concertación que ha habido con las diferentes comunidades y grupos de usuarios de software libre existentes en el país, que bien habrían podido ayudar de una forma u otra en la evaluación y selección de software libre con estándares abiertos.
En el comunicado de prensa señalaron que otras decisiones previas han puesto en alerta a la comunidad de usuarios de software libre en Venezuela.
Entre ellas está la recomendación del MCT para usar una distribución no libre de Linux y un presunto borrador de decreto que pretendía darle excepciones y privilegios a las tecnologías propietarias Java, de Sun Microsystems.
También, las declaraciones recientes de Jorge Berrizbeitia, presidente
del CNTI, en un programa en Unión Radio, donde afirmó que su ente continuará las investigaciones de tecnologías libres y no libres; y el hecho de que el software libre ni siquiera se mencione entre los diferentes planes y proyectos de la Misión Ciencia.
El decreto 3.390
En diciembre de 2004, el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, firmó el Decreto 3.390 para migrar los sistemas del Estado a Software Libre con estándares abiertos, decisión que garantiza que los venezolanos migraremos las aplicaciones de la Administración Pública a aquellas cuyo código fuente pueda conocerse, estudiarse, modificarse, mejorarse y redistribuirse.
La consecuencia de esto será que los venezolanos podrán usar en la Administración Pública sólo aquel software que permita conocer cómo funciona, cómo se hizo y que dé la posibilidad de modificarlo para adaptarlo a las necesidades, y redistribuirlo a quienes también lo necesiten.
Otra de las ventajas estratégicas del software libre es que garantiza la soberanía tecnológica y la independencia del Estado con respecto a transnacionales y empresas extranjeras.
Aún en caso de que EEUU decidiera bloquear a Venezuela de alguna manera, el Software Libre garantiza que el país tiene todos los conocimientos y herramientas para continuar funcionando sin depender de empresas de software extranjeras.
El software libre
El movimiento del Software Libre es impulsado por personalidades como Richard Stallman y la Free Software Foundation y abarca tecnologías como el sistema operativo GNU/Linux, la suite de aplicaciones OpenOffice.org, el navegador Mozilla Firefox, el servidor web Apache y muchos otros.
Las mejoras en seguridad y los ahorros para el Estado serán considerables pero, más que eso, el Software Libre permite que los venezolanos conozcan el software que utilizan y lo puedan modificar, fomentando además la solidaridad y el altruismo.
Lo más importante es que el código fuente de las aplicaciones libres puede ser obtenido por cualquier persona, quien además puede hacer su propia versión mejorada del software y redistribuirla, creando además aplicaciones más seguras y robustas que sus equivalentes propietarios, como Microsoft Windows y Microsoft Office.
La socialización del código fuente se convierte así en un pilar para la eliminación de la pobreza y la masificación de la informática entre la población.
Además, genera empleos y fomenta el desarrollo endógeno, ya que cooperativas y Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) venezolanas pueden encargarse del desarrollo, mantenimiento, soporte e instalación de software libre con ayuda de comunidades y grupos de usuarios nacionales e internacionales.
Esta situación ha preocupado enormemente a muchas transnacionales, debido a las amenazas de que el Software Libre supone para su modelo de negocios tradicional, basado en la venta de software sin código fuente, la prohibición de sacar copias y la guarda celosa del conocimiento dentro de la empresa.
Esto contrasta con el modelo del Software Libre, en el que las aplicaciones deben redistribuirse libremente junto a su código fuente.
En Venezuela, el Software Libre es de particular interés luego de que, en diciembre de 2002 y enero de 2003, un paro político paralizó a Petróleos de Venezuela (Pdvsa), industria petrolera estatal.
Muchos de los huelguistas utilizaron software propietario controlado a distancia para mantener la vigilancia de la empresa y sus sistemas automatizados, aún sin estar en sus puestos de trabajo, desatando una guerra entre hackers, que finalmente fue ganada por el Gobierno venezolano.
Desde entonces, ha sido una preocupación del Estado mantener sistemas de software seguros, fiables y que puedan conocerse a cabalidad, para evitar “sorpresas” como las que hubo durante el paro petrolero. Y el software libre fue una de las respuestas.
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