sábado, febrero 04, 2006

Vielma Mora considera 4-F como inicio de ruptura del viejo orden político

Ciudad Bolívar, 04 Feb. ABN (Oscar Ossa).-La rebelión por la dignidad del 4 de febrero de 1992, encabezada por el actual presidente de la República, Hugo Chávez Frías, fue el primer paso hacia la ruptura definitiva del orden político, basado en la corrupción y en oportunismo, que caracterizó a los gobiernos de la IV República.

Así lo aseguró el superintendente nacional aduanero y tributario, José Gregorio Vielma Mora, quien al igual que el Mandatario nacional participó en esa jornada que significó el inicio del proceso de transformación que se consolida actualmente en el país.

Vielma Mora, quien actuó este sábado como orador de orden en la sesión especial del Consejo Legislativo Regional (Cleb) para celebrar esta fecha, agradeció la oportunidad de haber formado parte del grupo de oficiales y tropas que se rebeló contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.

Señaló que a pesar de la derrota militar, quedó sembrada la semilla para lo que años después se convirtiera en la Revolución Bolivariana.

Resaltó que el 4 de febrero fue visto por sus organizadores como un paso más en la consolidación de la independencia de Venezuela del imperialismo y de la oligarquía del país.

Afirmó que el compromiso de los militares que integraron el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) era traer al país un verdadero estado de democracia y justicia, por exigencia del propio pueblo.

'Nuestra rebelión contra la falsa democracia imperante no fue un acontecimiento aislado ni un capricho de varios militares, sino una necesidad histórica por el clamor de todo un país contra un Estado lleno de vicios', apuntó.

Recordó, además, que en ese momento la educación estaba en manos de mercaderes del conocimiento y que los derechos humanos en el país eran letra muerta.

Igualmente, señaló que en el seno de la Fuerza Armada Nacional (FAN) comenzó a surgir un creciente descontento contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, quien ordenó al Ejército y a la Guardia Nacional disparar contra miles de personas durante la protesta pública del 27 y 28 de febrero de 1989, conocida como El Caracazo.

Explicó que por ésta y otras muchas razones era obligatorio salir a luchar por el derrocamiento del régimen de Carlos Andrés Perez y volver así a las raíces de la venezolanidad expresadas y descritas por el Libertador Simón Bolívar.

Exhortó a no menospreciar la designación de esta fecha como Día de la Dignidad.

Asimismo, pidió verla como el inicio de un verdadero cambio político, reflejado años más tarde en la victoria presidencial de Hugo Chávez Frías y en la aprobación de una nueva Constitución basada en la democracia participativa.

Consideró que por fin existen las bases para acabar con el atraso económico y social generado por treinta años de manipulación por parte de grandes cogollos partidistas que utilizaron el sistema judicial para asegurarse impunidad contra sus delitos.

Vielma Mora añadió que hoy en día los integrantes de la movida militar de 1992 continúan su lucha desde diferentes puestos, en su mayor parte como diputados, alcaldes y gobernadores o como dirigentes de instituciones orientadas a la atención social y a la organización productiva de las comunidades.

A su juicio, aún falta consolidar los tres ejes fundamentales de la Revolución Bolivariana, es decir el rescate de las tierras para el pueblo, la consolidación de un nuevo sistema educativo solidario y la consolidación ideológica del socialismo del siglo XXI.

Sin embargo, consideró que ya se están viendo resultados importantes a través de las misiones sociales, a las cuales consideró la mejor demostración del carácter revolucionario de la Quinta República por su afán de ayudar al prójimo.

En esta ocasión, desmintió categóricamente que el socialismo del siglo XXI represente una amenaza contra el sector privado y recalcó que se busca un nuevo modelo de distribución de la riqueza, más justo y humano.

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