Agencias/ inSurGente.- El presidente ruso, Vladimir Putin, inicia hoy una visita de Estado al reino borbónico con el propósito compartido por su anfitrión, José Luis Rodríguez Zapatero, de impulsar las relaciones económicas y comerciales bilaterales.
Medios cercanos a La Moncloa han indicado que en la agenda figura la firma de al menos ocho acuerdos, tres de ellos de cooperación interbancaria y los demás relacionados con la colaboración energética, asuntos consulares, investigación, comercio y ciencia.
La idea compartida entre ambos gobiernos es mejorar las relaciones económicas bilaterales con el fin de incrementar un intercambio comercial que en 2005 fue de 5.678 millones de euros.
En declaraciones ayer a periodistas rusos, el presidente Zapatero recordó que Rusia es un socio estratégico de la Unión Europea (UE) y que Madrid propicia un mayor acercamiento con ese influyente Estado.
Seguidores de la política rusa señalan que la estrategia de Putin radica en devolver a Moscú su estatus de gran potencia, de la mano de un Estado fuerte, y advertir a la UE que no tolerará más humillaciones en la zona de influencia de la ex Unión Soviética.
A su vez, Putin evocó la similitud en el camino recorrido por su país y el Estado español, que sufrieron guerras civiles, mientras que en la escena internacional expresó su apoyo a la alianza de civilizaciones que auspicia Zapatero.
Sin embargo, a pesar del visible interés económico de la visita, el contenido político emerge a la superficie, como lo refleja el hecho de que uno de los acuerdos previstos es de cooperación antiterrorista, terreno en el que Putin teme verse aislado a causa de Chechenia.
Falsimedia
Para El País, el interés por estrechar lazos con la UE explica el esfuerzo que refleja esta visita a las Españas como Estado más abierto al líder ruso que los antiguos Estados del Pacto de Varsovia, hoy integrados en la Unión.
El diario progubernamental asegura que Zapatero hubiera querido acentuar el perfil económico del viaje con un gran encuentro empresarial presidido por los dos líderes, pero Putin no ha venido con empresarios rusos -sí ha traído, en cambio, 72 periodistas- y ha recortado la estancia a poco más de 30 horas.
El Gobierno español pretende encontrar, asegura, un hueco para que los capitanes de las grandes empresas saluden al líder ruso, probablemente durante la cena de gala de esta noche.
Al margen de los diversos acuerdos intergubernamentales que se preparan, de cooperación judicial, agrícola, deportiva, espacial, naval, en turismo o en la lucha antidroga, habrá uno privado, de tipo financiero, suscrito por los bancos Santander Central Hispano y el Bilbao Vizcaya Argentaria con los rusos.
Ambos dignatarios abordarán, además, los pequeños problemas bilaterales que se arrastran en el tiempo, como los que retrasan la apertura de un consulado español en San Petersburgo o la reclamación española de que el Instituto Cervantes de Moscú quede exento de IVA.
"Como a ratas"
En un encuentro con los corresponsales de prensa españoles en Moscú, Putin destacó: “Traigo algunas ideas sobre qué debemos hacer en Oriente Próximo”.
Vladímir Putin volvió a lanzar ayer un duro mensaje contra los terroristas a quienes ya, en otras ocasiones, ha amenazado con severas palabras.
Al pedirle su opinión sobre la posibilidad de negociar con terroristas, "ahora que en España existe un debate abierto en torno a la posibilidad de mantener negociaciones con ETA", la respuesta del líder ruso fue tajante:
"Ningún estado civilizado puede permitirse el lujo de negociar con terroristas, porque cualquier tipo de negociaciones con los terroristas debilitan al Estado y les fortalecen a ellos. Pero si una organización dejase las armas y declarase con firmeza que rechaza toda forma de lucha armada contra el poder y el Estado, en este caso ellos tienen derecho a que se entable diálogo con ellos. Aunque en cada caso concreto habrá que definir qué diálogo y con quién. Nosotros no entablamos diálogo con quienes tienen manchadas las manos con sangre de ciudadanos rusos".
Posteriormente al encuentro con los periodistas españoles, en una reunión del FSG (que sustituyó al antiguo servicio secreto soviético del KGB), y hablando de la «misión de los servicios especiales», el presidente ruso dijo que es la hora de «buscar» a los terroristas hasta el fondo de sus «cavernas» y «exterminarlos como ratas».
Putin tendrá ocasión de hablar de la lucha contra el terrorismo durante la reunión que manaña, jueves, mantendrá con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien, en una entrevista publicada ayer en el diario moscovita Kommersant afirma que coincide con el mandatario ruso en que «con los terroristas no se negocia».
Será una más de la cuestiones que se aborden en esta nueva visita al reino borbónico de Putin. En la anterior de junio de 2000, mantuvo una gran sintonía con el entonces jefe del Ejecutivo, José María Aznar. Putin había llegado al poder sólo unos meses antes y desde entonces las relaciones políticas han ido creciendo, pero no lo han hecho al mismo ritmo los intercambios económicos.
Programa
Putin será recibido en el palacio de El Pardo por los monarcas, quienes se encargarán de darle la bienvenida oficial.
El presidente ruso se dirigirá más tarde al Congreso de los Diputados, donde será el invitado de honor a la sesión de control semanal de la Cámara.
La reunión con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero tendrá lugar en el Palacio de la Moncloa, donde está previsto que aborden temas como la "cooperación antiterrorista", la "crisis nuclear" iraní, y la "reacción musulmana" a la publicación de las caricaturas de Mahoma.
También acudirá al Ayuntamiento de Madrid. Mañana, visitará el Senado y rendirá el tradicional homenaje en la Plaza de la Lealtad "a quienes dieron su vida por España".
Vladimir Putin fue, curiosamente, reelegido en su cargo el 14 de marzo de 2004, el mismo día de la victoria del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones legislativas españolas.
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