La Paz, 9 feb (PL) El gobierno boliviano advirtió hoy que actuará con dureza frente a una conspiración desestabilizadora en la que están involucradas transnacionales petroleras, mientras que políticos derechistas intentan minimizar el problema.
Alvaro García Linera, vicepresidente boliviano, ratificó la denuncia hecha esta semana por el primer mandatario Evo Morales, sobre la detección de trajines conspirativos y hasta trasiego de armas por elementos a los que no identificó.
García Linera precisó que se trata de un pequeño grupo radical y conservador, que se resiste al cambio iniciado por el recién instalado gobierno y a la participación decisiva del Estado en el sector de los hidrocarburos.
"Es un pequeño sector, pero que quiere generar molestias y el Gobierno va a ser duro con base en la ley, y ahí no se va a transigir", declaró García Linera al diario La Prensa, sin más precisiones.
El vocero presidencial, Alex Contreras, ratificó que el gobierno no permitirá acciones desestabilizadores, y señaló que el complot denunciado por Morales está en investigación, tras la alerta inicial dada por el alto mando de las Fuerzas Armadas.
Tras recibir el informe de los jefes castrenses, el presidente llamó al campesinado y a las organizaciones sociales en general, a mantenerse alerta para defender al gobierno frente a empeños desestabilizadores.
El ministro de Defensa Walker San Miguel agregó el gobierno tiene solamente informaciones preliminares en proceso de verificación, marco en el cual ubicó una campaña opositores.
Mientras tanto, parlamentarios y dirigentes políticos derechistas intentaron negar credibilidad a la denuncia gubernamental y el grupo Poder Democrático Social (Podemos), del ex presidente neoliberal Jorge Quiroga, llamó a San Miguel a informar sobre la conspiración en la Cámara de Diputados.
Contreras apuntó que entre las evidencias de los trajines conspirativos se incluyen fotografías y la verificación de movimientos de armas antes y después de asumir la Presidencia Evo Morales, el pasado 22 de enero.
El gobierno se abstiene de identificar a las transnacionales involucradas, aunque el Jefe de Estado aclaró ayer que la brasileña Petrobras -la más importante compañía extranjera que opera en el país- no es una de las conjuradas, al ser preguntado sobre el tema por el enviado presidencial de ese país, Marco Aurelio García.
Por su parte, la Cámara de Hidrocarburos, que agrupa a las transnacionales petroleras, manifestó preocupación por la denuncia presidencial, negó que sus asociadas realicen actividades ilegales y pidió el esclarecimiento del tema.
Esas empresas han sido anteriormente acusadas de financiar y manipular movimientos regionalistas, en el afán de preservar los excesivos privilegios que les otorgó una legislación privatista de la década pasada y bloquear una nueva ley, ya en vigencia, que les impone tributos y otras condiciones.
jueves, febrero 09, 2006
Gobierno boliviano será duro con conspiración transnacional
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