HONG KONG (AFP) - Los cielos de Sydney y de Hong Kong fueron los primeros en iluminarse este sábado con los fuegos artificiales que dieron la bienvenida al 2006, abriendo la cascada de celebraciones en todo el mundo para dejar atrás a un año enlutado por catástrofes y atentados.
El fuerte dispositivo de seguridad era la nota dominante también para las celebraciones en todo el planeta.
Sólo en Sydney, unos 1.700 agentes participaron en la prevención de cualquier brote de violencia racial como los registrados a principios de mes entre australianos blancos y jóvenes inmigrantes.
Las autoridades australianas, que han desplegado 900 soldados en Irak, también han advertido del temor a atentados.
La célebre ópera de Sydney, en cuyos alrededores se congregaron cerca de un millón de personas, fue iluminada a medianoche con los ya tradicionalmente espectaculares fuegos artificiales.
Toda Asia ha programado actividades especiales para recibir al Año Nuevo. Hong Kong organizó un espectáculo de sonido y luz gigantesco en el célebre puerto de Victoria.
En Pekín, las campanas repicaron doce veces a las 16H00 GMT y los tambores dieron la bienvenida al 2006.
En Indonesia, un atentado con bomba en un mercado de la provincia de Sulawesi, en el centro del país, dejó ocho muertos y 48 heridos, pese a que las fuerzas de seguridad estaban alerta en el archipiélago por miedo a eventuales ataques terroristas, como los que se registraron en 2005 en todo el mundo, desde Bali hasta Londres, pasando por Bagdad o Nueva Delhi.
Alegres y animados, los preparativos de las fiestas contrastan con el ambiente de duelo que prevaleció en la región por el tsunami del 26 de diciembre que provocó más de 220.000 muertos y dejó millones de damnificados.
Cuando los países de la cuenca del Océano Indico comenzaban a despertarse del peor cataclismo registrado en décadas, otra calamidad golpeó al sur de Asia el pasado octubre: un sismo causó al menos 74.000 muertos en Pakistán e India.
Por razones diferentes, no todos han podido celebrar el Año Nuevo. Es el caso de un centenar de personas, la mayoría estudiantes, que fueron detenidas en Dacca, capital de Bangladesh, para garantizar el orden después de las celebraciones.
En India, también se reforzó el dispositivo policial en las calles de varias ciudades, en particular en Bangalore, sur, donde tuvo que ser evacuado un palacio a raíz de las amenazas de atentados después de un tiroteo mortífero esta semana.
En el frente de la guerra contra el terrorismo, el primer ministro británico Tony Blair advirtió el sábado sobre eventuales amenazas tras los atentados de Londres del 7 de julio, que causaron 56 muertos, incluidos sus cuatro autores, y 700 heridos.
"No dejaremos que se debilite nuestra determinación ante los peligros a los que estamos confrontados en nuestro país, como quedó trágicamente ilustrado el 7 de julio, y en el extranjero", declaró Blair en su tradicional discurso de fin de año.
En Londres, los empleados del metro iniciaron una huelga de 24 horas este sábado, lo que amenaza con transformar la Nochevieja en pesadilla para decenas de miles de usuarios.
Unos 25.000 policías y gendarmes velan por la seguridad del fin de semana de Año Nuevo en Francia, recientemente sacudida por la violencia urbana.
En Nueva York, voluntarios y miembros de los servicios de emergencia que participaron en las operaciones de urgencia y rescate tras el paso del huracán Katrina, que dejó 1.336 muertos, serán homenajeados este sábado por la noche.
Representantes de los bomberos, la policía y organizaciones caritativas, así como el trompetista de jazz Wynton Marsalis, tendrán el honor de apretar en la céntrica Times Square el botón que dará inicio al descenso de la gran bola de luz que simboliza el paso al nuevo año.
El presidente estadounidense, George W. Bush, se comprometió el sábado a permanecer "ofensivo" en 2006 para instaurar en Irak una democracia estable e independiente, en un intento de convencer a una opinión pública escéptica.
En España, como cada año, el reloj de la Puerta del Sol del centro de Madrid acompañará las 12 campanadas de medianoche con un espectáculo audiovisual sobre El Quijote, para despedir el año del IV Centenario de la muerte de Cervantes y recibir al 2006 esperando que sea próspero.
En Brasil, se esperan dos millones de personas en la célebre playa de Copacabana, en Río de Janeiro, para recibir al nuevo año a golpe de espectáculo pirotécnico chino, mientras que en Argentina arderán más de un centenar de muñecos gigantes en los tradicionales festejos en la ciudad bonaerense de La Plata (60 km al sur).
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