jueves, junio 08, 2006

Ya viene el teleférico para los barrios

[telefrico]
ElMetrocable de la ciudad deMedellín, un modelo de transporte para los barrios en pendiente.
Foto: UN
Desde hace un tiempo atrás, en Caracas, en los predios de la Alcaldía Metropolitana, se viene revisando la viabilidad de construir una red de teleféricos para los barrios. Se menciona como experiencia valiosa, entre otras, el “metrocable” de Medellín en Colombia, que funciona desde 2004 con un impacto favorable en zonas parecidas a las nuestras, informó Últimas Noticias.

¡Magnífico! Aunque es prematuro afirmar que esa es “la solución”, porque se requiere profundizar su factibilidad, así comola de otras opciones igualmente novedosas, produce una inmensa alegría ver fisuras en la rápida, convencional, torpe e imprecisa visión dominante sobre los asuntos urbano y de la vivienda.

Esta idea, cargada de imaginación y audacia, es una iniciativa talentosa que abre oportunidades para cambiar mitos y paradigmas. Cabe recordar las expresiones de un arquitecto brasileño, años atrás, palabras más, palabras menos, “la vivienda de los pobres no puede resolverse con ideas pobres”.

Así es, la pobreza requiere de inteligentes análisis y comprensión, para afrontarla con éxito, además de una carga importante de ideología que oriente decisivamente la real intención de superarla y sacar de la miseria a la mayoría de la población de nuestras ciudades y pueblos.

Al fin surge una “luz en el túnel”, la vivienda no sólo es un problema de construir casas, otorgar créditos, sino que también su accesibilidad, integración con la ciudad, cercanía a fuentes de empleos, servicios y equipamientos, es fundamental para que la vivienda sea lo que debe ser, un cobijo accesible, un lugar de descanso y formación de valores básicos, un sitio seguro ante desastres naturales, entre otras “menudencias”.

El transporte público en los barrios y la vialidad requerida, son elementos fundamentales porque estructuran, relacionan, a los barrios internamente y al mismo tiempo los integra adecuadamente a la ciudad formal y a sus oportunidades y beneficios. En fin, es atacar uno de los problemas graves de la inmensa población pobre, que durante años ha resuelto el problema de vivienda con sus propios medios y el Estado no ha podido ayudarlos ni corregirles sus limitaciones y carencias, peor aún, no ha podido crear una institucionalidad ni la capacidad necesaria para anticipar los requerimientos de urbanismo y de viviendas para sus habitantes.

Un sistema de transporte en los barrios, como el que se estudia, debe integrarse a los existentes y complementarlos, como son el metro y la red de buses.

Además puede haber otras opciones que no serían excluyentes, como las plataformas o “ascensores” diagonales.

La visión actual de integración suramericana, da muestras de nuevas oportunidades para conocer y transferir experiencias exitosas, dentro de nuestras condiciones y necesidades, como las ciudades como Curitiba, Río de Janeiro y Bogotá, Medellín. Estas ciudades, como otras latinoamericanas y europeas (Bilbao por ejemplo), han adelantado programas interesantes, que debemos analizar rigurosamente, en transporte público masivo, regeneración urbana, ordenamiento urbano y previsión de su crecimiento, uso de barrios como rutas turísticas.

La satisfacción plena hoy a estas “aceras y brocales”, que recogerán a los habitantes de nuestros barrios cuando bajen de sus transportes aéreos, para conducirlos a sus empleos, parques, plazas, teatros, cines, que ahora también son de ellos y estarán a su alcance.

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