sábado, enero 07, 2006

China mantendrá su actual política de control demográfico

Beijing, 07 Ene. ABN.- El Gobierno chino está decidido a mantener el
control del crecimiento de la población del país, la mayor del mundo,
dentro de límites que permitan un desarrollo socioeconómico sostenible.

Esa determinación se puso de manifiesto nuevamente en las declaraciones
del ministro de Población y Planificación Familiar, Zhang Weiqing, en
una conferencia nacional que sesiona actualmente en esta capital.

El ministro afirmó que China mantendrá la política de un solo hijo por
pareja en el próximo quinquenio y en los siguientes para garantizar la
persistencia de la actual tasa de nacimientos, según reseñó Prensa
Latina.

De esa forma refutó rumores acerca de la posible eliminación de ese
control en ciudades de una economía más desarrollada, como Beijing y
como Shanghai, y dijo que cualquier cambio será decidido por el Gobierno
central y no por administraciones locales.

El control demográfico se mantiene porque la población aún crece
rápidamente y ello amenaza el desarrollo de la economía, el medio
ambiente y los recursos del país, según argumentó Zhang.

En los últimos cinco años, la planificación familiar permitió reducir la
tasa de natalidad de 14,03 por cada mil a 12,29 por cada mil, mientras
el índice de crecimiento natural pasó de 7,59 por cada mil a 5,87 por
cada mil.

No obstante esas reducciones, estadísticas oficiales indican que hacia
2010, el gigante asiático tendrá 1, 37 millardos de habitantes; en el
año 2020, 1,46 millardos; y en 2033, 1,50 millardos.

Según el último censo nacional, en la parte continental China, excluidos
Hong Kong y Macao, residen cerca de 1,30 millardos de nacionales.

De no aplicarse el control de la natalidad, establecido en los años 70
del siglo pasado, China contaría con 400 millones de habitantes más que
la cifra actual, según cálculos de la comisión.

La restricción de tener un solo hijo por pareja no se aplica de manera
uniforme en el gigante asiático y las llamadas minorías étnicas, que
representan algo más de 8% de la población, están exentas de esa
política.

Igualmente, en las familias rurales se considera la necesidad de fuerza
laboral masculina para las labores del campo y si el primer hijo es
hembra, la pareja puede tener un segundo hijo.

Medidas similares se aplican en casos de padres de niños discapacitados.

Expertos de la comisión afirmaron que el Gobierno desarrollará
políticas, leyes y reglamentos para reducir el actual desequilibrio de
la proporción de sexos al nacer.

Estadísticas oficiales muestran que en China nacen 119 varones por cada
100 hembras, lo cual podrá conducir a que en 2020 haya 40 millones de
hombres en edad casadera sin contraparte femenina.

Tradiciones de las familias chinas inclinan las preferencias hacia hijos
varones por factores económicos y culturales, y con cierta frecuencia
las gestantes recurren al aborto cuando conocen que alumbrarán una niña.

Para frenar esa situación, el Gobierno prohibió la aplicación de
tecnologías médicas para conocer el sexo del feto, a la vez que inició
un sistema de estímulos a las familias que prefieren tener un solo hijo,
aunque sea hembra.

El sistema de planificación familiar aplicado en China es objeto de
frecuentes críticas de países y de organizaciones occidentales, con el
argumento de que viola los derechos humanos.

En contrapartida, dirigentes y expertos chinos destacan que aunque China
sacó de la extrema pobreza a 200 millones de personas en las dos últimas
décadas, hay otros 200 millones que están aún en esa situación.

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