Berlín, 7 ene
(EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, exigirá al presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, el cierre del centro de detención de la Base Naval de
Guantánamo, en la parte oriental de Cuba, tras las múltiples denuncias sobre
malos tratos a los reclusos.
La canciller confirmó hoy en Maguncia (oeste del país) que pedirá esta semana al presidente de EE.UU, George W. Bush, que cierre el centro de detención de la Base Naval de Guantánamo (Cuba), pero rebajó el tono y prefirió hablar de "intercambio de opiniones" y no de exigencias.
Preguntada por las declaraciones que ha realizado al semanario "Der Spiegel"
sobre la cuestión, Merkel trató de quitar hierro al asunto y aseguró que no se
trata de "formular exigencias" ante Washington, sino simplemente de "un
intercambio de opiniones".
La canciller alemana viajará esta semana a Estados
Unidos por primera vez desde que accedió al cargo el pasado 22 de noviembre y
aprovechará la ocasión para abordar este delicado asunto.
"Una institución
como Guantánamo no puede ni debe existir así a la larga. Se deben encontrar
medios y formas para dar otro trato a los prisioneros", dijo la canciller en
referencia a las denuncias por torturas en Guantánamo en una entrevista que
publicará "Der Spiegel" en su próximo número.
La canciller alemana, que fue
muy criticada cuando estaba en la oposición por su alineamiento con EEUU y
contra el gobierno del ex canciller Gerhard Schroeder en el tema de Irak, ha
rectificado su postura desde que ha asumido la coalición con los
socialdemócratas.
Merkel ha asegurado que defenderá el respeto de los
derechos humanos sea cual sea la importancia comercial o estratégica del
interlocutor.
Tras su elección, Merkel ha tenido, sin embargo, algunos roces
con la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, al declarar el pasado mes
de diciembre la canciller ante la prensa que Rice había admitido
"errores" en la
lucha antiterrorista, lo que ésta desmintió posteriormente.
En la base de Guantánamo, enclavada en el extremo más oriental de la isla de Cuba y controlada por el Gobierno de Washington desde 1903, hay actualmente unos 500 presos calificados por Estados Unidos como "combatientes enemigos" y contra los que no hay cargos ni se encuentran en proceso judicial.
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