La Habana.- El presidente cubano, Fidel Castro, embarcado en una guerra sin cuartel contra el derroche de electricidad y combustible, proclamó el 2006 como el Año de la Revolución Energética.
El eslogan, anunciado al clausurar en la noche del viernes una sesión semestral del parlamento cubano, encabezará todas las cartas oficiales del 2006 fechadas en la isla de gobierno comunista.
"El 2006 será el Año de la Revolución Energética en Cuba (...) Para el desarrollo hay que tener recursos y para tener recursos hay que ahorrar", dijo el presidente, reseñó Reuters.
Castro lanzó en octubre una vigorosa campaña contra el robo de combustible y el despilfarro de electricidad fuertemente subsidiada, con la que espera ahorrarle al país dos tercios de su consumo energético."El móvil principal de todo lo que se hace es el pueblo", dijo.
Cuba tiene por costumbre dedicar cada año a una causa. El 2005 fue el Año de la Iniciativa Bolivariana para las Américas, para festejar el proyecto de integración regional impulsado por el presidente venezolano Hugo Chávez, el principal aliado de Castro.
El presidente cubano dijo que en el Año de la Revolución Energética su determinación contra el derroche pasará a la historia.
"Estoy convencido de que esto tendrá repercusión mundial", comentó a los más de 500 diputados que se reúnen en La Habana dos veces al año.
"Todo lo que estamos haciendo nosotros tendrá que hacerlo (el resto de) el mundo. No se podrán sustraer a eso", indicó.
Castro movilizó en los últimos meses a una legión de 28.000 jóvenes voluntarios que tomaron la distribución de combustible y recorren el país casa por casa con la misión de reemplazar millones de lámparas incandescentes por otras de bajo consumo.
Además, decretó un aumento de las tarifas eléctricas de hasta 300 por ciento, una medida sin precedentes desde la revolución de 1959 y que está destinada a educar por la fuerza a los consumidores.
RENOVACION TECNOLOGICA
Castro también prometió distribuir 300 millones de dólares en televisores, refrigeradores y otros electrodomésticos de bajo consumo. Nuevos generadores portátiles garantizarán el suministro eléctrico en hospitales y oficinas públicas durante los frecuentes apagones que azotan la isla, dijo.
Durante una maratónica sesión del parlamento dedicada en gran medida a discutir la estrategia de ahorro energético Enrique Gómez, un dirigente de la Juventud Comunista a quien Castro puso al frente de su ejército de voluntarios, dijo que las lámparas incandescentes pasaron a la historia.
"A las nuevas generaciones habrá que llevarlas al museo para que vean lo que eran", sostuvo.
Los voluntarios ya sustituyeron 4,5 millones de bombillas por lámparas de bajo consumo, como parte de la campaña que ellos mismos bautizaron "Operación Muerte al Incandescente".
"Prácticamente nos hemos quedado sin lámparas", explicó Gómez ante el presidente.
Pero al cerrar la sesión del parlamento, Castro lo tranquilizó: 13 millones más de bombillas serán importadas y distribuidas entre enero y marzo.
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