sábado, diciembre 24, 2005

Monseñor Urosa confirma distensión de relación entre Iglesia y gobierno

Cracas 24 dic - Las relaciones entre la Iglesia y el gobierno venezolano se encuentran en una etapa de distensión, afirmó este sábado el arzobispo de Caracas, monseñor Jorge Urosa, en entrevitsa a un diario local.

"Es cierto que se ha dado una distensión entre el Estado y la Iglesia, sobre todo en Caracas, donde las relaciones estaban muy tensas y crispadas, lo cual no era bueno para la Iglesia ni para sus fieles", dijo Urosa.

El prelado asumió como Arzobispo de Caracas el pasado 5 de noviembre, y ha sostenido reuniones con el vicepresidente venezolano José Vicente Rangel e invitado a no usar los templos para hacer política.

Insistió en que "los sacerdotes no debemos participar en eventos partidistas".

El nuevo arzobispo asumió en momentos en que las relaciones entre la Iglesia y el gobierno se tensaban aún más por declaraciones del cardenal Rosario Castillo Lara, quien apoyó a opositores que propiciaban la desobediencia civil. El nombre de Lara fue lanzado incluso por estos grupos como posible candidato presidencial.

"Algunos sectores han esperado que yo haga oposición, pero la oposición la deben hacer quienes actúan en el campo político, con plena libertad y conscientes de su accionar", agregó Urosa.

Días antes de las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre de las que la oposición se autoexcluyó, Urosa instó a "no usar los templos para hacer política" en un mensaje a la ONG opositora Súmate, que promovió la abstención y llamó a acudir a los templos al mediodía de esa jornada electoral.

Pero Monseñor Urosa también envió mensajes al gobierno del presidente Hugo Chávez.

"He reiterado en las últimas semanas que todos los sectores, pero en especial el Gobierno, quien en definitiva tiene la sartén por el mango, tiene que demostrar una actitud de tolerancia, respeto y amplitud hacia todos los sectores, en especial hacia los disidentes", dijo al diario.

Llamó al gobierno a ejercer el poder "con prudencia, moderación y respeto hacia los demás, porque si no se podrían crear situaciones muy peligrosas".

"La actual coyuntura exige una gran reflexión por parte del Gobierno, para que la gente que no está representada en esa Asamblea Nacional no se sienta atropellada. Será una prueba de fuego para ellos", agregó.

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