domingo, marzo 19, 2006

Jefe de Estado de Bielorrusia niega ser un dictador y tacha a Bush de "terrorista"

Minsk, 19 mar (EFE).- El jefe de Estado de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, negó hoy ser un "dictador" y tachó de "terrorista" al presidente de EEUU, George W. Bush, tras emitir su voto el los comicios presidenciales en los que busca un tercer mandato.

"El es el primer terrorista de nuestro planeta", dijo Lukashenko sobre el dirigente de Estados Unidos, país que, por su parte, considera al líder bielorruso "el último dictador de Europa".

Lukashenko calificó que "mezquino chantaje" la información de que Bush remitió al Congreso datos sobre la fortuna personal del presidente bielorruso y la venta ilegal de armas por Bielorrusia y dijo que aquel es "incapaz de contar sus propios ingresos provenientes del petróleo y la guerra".

"Pido transmitirle (a Bush) que puede quedarse todo el dinero que dice haber encontrado en mis cuentas", dijo el presidente a la prensa tras votar la Academia Pedagógica de la capital bielorrusa, Minsk, en medio de rigurosas medidas de seguridad.

Sobre la acusación de EEUU, dijo que "hoy en día es imposible que haya un dictador en el centro de Europa", pero añadió: "si alguien quiere considerarme el último dictador, allá ellos".

También indicó que las autoridades "actuarán según la situación" y "responderán de forma adecuada" a la actitud de la oposición, que lo acusa de preparar fraude y ha llamado a sus seguidores a la calle esta noche para "defender la voluntad popular".

El KGB bielorruso amenazó con reprimir sin piedad cualquier manifestación de descontento popular y protestas, de las que dijo que serán calificadas de "terrorismo", y el propio Lukashenko prometió "torcer el pescuezo" a quienes "desestabilicen" el país.

A las acusaciones de las organizaciones internacionales sobre el carácter antidemocrático de la campaña electoral, marcada por intimidaciones y detenciones de dirigentes opositores, Lukashenko respondió que no piensa discutir con los observadores hasta que no le presenten una "lista concreta con hechos".

"Bielorrusia celebra estas elecciones para sí misma; en este país manda el pueblo y es él el que decidirá quién debe ser presidente", subrayó Lukashenko, en el poder desde 1994.

"Agregó que "lo importante es que las elecciones se celebren de conformidad con la legislación bielorrusa", que no permite a los observadores internacionales supervisar el recuento de los votos.

El presidente bielorruso parte como favorito indiscutible a la victoria en estos comicios presidenciales, los terceros en la historia del país, con al menos un 75 por ciento de intención de voto.

Su principal rival es el líder de la oposición democrática unificada, Alexandr Milinkiévich, y también hay otros dos candidatos: el oficialista Serguéi Gaidukiévich y el opositor Alexandr Kozulin, antiguo rector universitario.

Siete millones de bielorrusos han sido convocados a los comicios, seguidos muy de cerca por la comunidad internacional.

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