jueves, diciembre 29, 2005

En limbo jurídico peruanos reclutados a Iraq y Afganistán

Lima, 29 dic (PL) Los peruanos contratados para cumplir supuestas tareas de seguridad en Iraq y Afganistán se encuentran hoy en una suerte de limbo jurídico.

 

Los contratos que firmaron con empresas norteamericanas usualmente encargadas de reclutar mercenarios para el Pentágono establecen que irían a esos países en guerra para proteger personalidades, instalaciones y convoyes militares.

Sus parientes, empero, temen que sean utilizados como carne de cañón debido al entrenamiento que recibieron, las armas que usan y las zonas de alta peligrosidad donde han sido destacados.

Espontáneos comités de familiares demandan del gobierno peruano el envío de comisiones que indaguen las condiciones de trabajo y seguridad en que se desempeñan, pero hasta ahora han recibido la callada por respuesta.

Hace un par de días, vía telefónica, uno de los enviados a Afganistán refirió que sus contratos fueron rescindidos y que el contingente peruano allí -compuesto por unos 200 efectivos- será regresado en fecha aún no determinada.

La única razón que se les alega es que no hablan inglés, pero los contratos no planteaban esa como una condición de obligatoria observancia.

Para colmo no recibirán indemnización alguna.

Tales circunstancias, junto a las extrañas muertes de dos de los reclutados, hicieron que hoy el Ministerio de

Relaciones Exteriores emitiera una declaración en que responsabiliza al de Trabajo con la defensa de sus derechos.
El comunicado de prensa señala que el control y supervisión de esos derechos "está a cargo de las autoridades competentes del país en el que se celebra el contrato, o en el que se realiza el servicio correspondiente".

Precisa que por firmarse los contratos en Perú, toca al Ministerio de Trabajo de este país "adoptar las medidas pertinentes para el pleno resguardo de esos derechos ante las empresas contratantes, al amparo de la normativa legal vigente".

Al aludir a las muertes de Martín Jara (en Afganistán) y Wilber Gutiérrez (en Iraq), la cancillería asegura que coadyuvará a esclarecer los hechos "en el marco de las investigaciones que llevan a cabo las autoridades nacionales competentes".

Jara murió el 2 de diciembre último y la necropsia que se le practicó en Perú reveló que la causa de muerte fue "por ahorcamiento con un agente constrictor alrededor del cuello, como una correa, una cuerda gruesa o elemento".

La empresa norteamericana que lo contrató hizo repatriar su cadáver en un avión de carga, junto a computadoras y otros bultos.

Gutiérrez, entretanto, fue devuelto a Perú por encontrarse enfermo, pero a las pocas horas de llegar a Lima falleció de leucemia.

La Defensoría del Pueblo pidió al gobierno efectuar las consultas necesarias ante organismos internacionales de protección de derechos humanos sobre la situación de los reclutados a Iraq y Afganistán, cuyo número total ronda los mil.

Pero hasta el presente no se conoce de gestiones en ese sentido.


No hay comentarios.: