Revista Rebelión denunció a RSF por mantener silencio ante tortura a periodista

Caracas, 26 Ene. (ABN).- El articulista de la revista informativa española Rebelión, Salim Lamrani, denunció “el silencio” de la asociación Reporteros Sin Fronteras (RSF) con respecto a las torturas sufridas por el periodista sudanés de la televisora Al Yazira, Sami al Hajj, durante su arresto en la base naval estadounidense de Guantánamo en Cuba.

Lamrani asegura que RSF “ha ignorado completamente el calvario sufrido por al Hajj” desde que fue arrestado en diciembre de 2001 por la policía pakistaní antes de llegar a la frontera de Afganistán, donde cubría la investidura del nuevo gobierno afgano.

Refiere el articulista que desde ese entonces, al Hajj vivió “una verdadera pesadilla”, primero en la base aérea de Bagram, al norte de Kabul.

El detenido confesó a Amnistía Internacional que sufrió abusos sexuales, amenazas de violación por parte de soldados estadounidenses, acoso de perros guardianes e incluso detalló cómo sus verdugos le arrancaban los cabellos y los pelos de la barba uno por uno. Sus guardias lo golpeaban regularmente y durante más de cien días no lo dejaron lavarse, pese a que su cuerpo estaba cubierto de piojos, explicó Lamrani.

El 13 de junio de 2002, Sami al Hajj fue enviado a Guantánamo. Durante el vuelo lo mantuvieron encadenado y amordazado con una bolsa sobre la cabeza. Cada vez que el cansancio lo vencía, sus guardias lo despertaban violentamente con golpes en la cabeza. Antes de su primer interrogatorio, no le permitieron dormir durante más de dos días.

Todo esto para que el reportero de Sudán dijera que hay una relación entre Al Yazira y la red Al Qaeda, relató el abogado del periodista sudanés.

Agrega Lamrani que, en el territorio que Estados Unidos ocupa ilegalmente en Cuba, el reportero no recibió atención médica ni siquiera para un cáncer de la garganta que sufrió en 1998 ni para el reuma que padece”.

“Lo golpearon (a Sami al Hajj) en las plantas de los pies y lo intimidaron con perros amenazantes. Fue víctima de humillaciones racistas y nunca le autorizaron a disfrutar de los tiempos de recreo a causa de su color de piel”, dijo el escritor.

Sin embargo, la administración del presidente estadounidense (George W.) Bush se niega a otorgar el estatuto de prisioneros de guerra a los detenidos de Guantánamo.

Para Lamrani la complicidad entre RSF y Washington es también evidente en el caso de Cuba.

“Las autoridades estadounidenses se alegran de los informes tendenciosos de RSF y los utilizan incluso en su guerra propagandística contra Cuba”, dijo Lamrani.

Para sustentar esto, el comunicador denunció que el jefe de la Sección de Intereses Norteamericanos en La Habana, Michael Parmly, “afirmó que 20% de los periodistas encarcelados en el mundo se encuentran en Cuba y recientemente Reporteros Sin Fronteras estableció una clasificación de 164 países para la libertad de prensa; Cuba fue clasificado penúltimo justo delante de Corea del Norte”.

Por ello, Lamrani acusó a RSF de tener un doble discurso: “Mientras la organización (RSF) se ensaña de manera desmesurada contra Cuba, mientras que los casos evocados están muy lejos de ser convincentes, guarda silencio sobre un flagrante atentado contra la integridad de un periodista, encarcelado y torturado sólo porque trabaja para la cadena Al Yazira”.