Puerto Principe, 7 de febrero. Miles de haitianos acudieron este martes a votar a las primeras elecciones presidenciales y legislativas desde el derrocamiento del presidente Jean Bertrand Aristide, en 2004, jornada accidentada y marcada por el caos que dejó un saldo de cuatro muertos y unos 40 heridos.
De hecho, fueron multitudes las que acudieron a las urnas, incluidos muchos haitianos pobres que atestaron los centros de votación. Sin embargo, algunos de esos centros abrieron con retraso, frente a largas filas, y en la medida que se prolongaba la espera sobrevino la desesperación y las protestas de la muchedumbre.
En esas circunstancias, dos personas murieron en Puerto Príncipe, una de ellas de ataque cardiaco y otra por asfixia. Además, un policía y un civil perecieron a tiros en un altercado entre uniformados y electores en Gros-Morne, a lo que se suman seis heridos en el mismo incidente.
Asimismo, un militar chileno de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (Minustah) resultó herido con arma blanca. Fue atacado en momentos en que ponía orden en un centro de votación, por un hombre que se dio a la fuga entre la aglomeración de votantes.
Autoridades estimaban que en total 40 personas resultaron heridas durante la jornada, que se inició a las 6 de la mañana, principalmente aplastadas por muchedumbres y por el derrumbe de un muro en un local de votación. Muchos electores, tras varias horas de hacer fila, empujaban y eso provocaba este tipo de sucesos.
El Consejo Electoral Provisorio llamó a la calma a los enfurecidos votantes, que reclamaban por el retraso, mientras que en el populoso barrio capitalino de Cite Soleil hubo personas que tuvieron que caminar hasta cinco kilómetros bajo el sol para ir a sufragar y que se quejaron de que las autoridades no querían que asistieran.
Aunque justificaron que se trataba de problemas "logísticos", Cite Soleil se ha convertido en símbolo de la crisis política de Haití y cisma entre ricos y pobres.
Es una zona donde el ex mandatario Aristide sigue teniendo fuertes simpatías, cuya población parecía este martes volcada en favor del ex presidente René Preval, en el pasado cercano al dos veces derrocado mandatario constitucional.
En ese contexto, algunos votantes denunciaron que se estaría fraguando un fraude, al acusar que en los barrios ricos ya estaban votando por el empresario Charles Baker, mientras que los habitantes de las zonas pobres debían esperar.
No obstante, la Organización de Naciones Unidas (ONU) se declaró satisfecha por el "entusiasmo" de los haitianos de acudir a las urnas, así como la misión de paz de ese organismo, al desestimar los incidentes que se desencadenaron y afirmar que la jornada comicial transcurrió en "calma" en la nación más pobre de América Latina y el Caribe.
Pero ante los retrasos, las autoridades electorales decidieron prolongar las votaciones en algunas zonas del país caribeño hasta la noche para permitir que la mayor parte de la gente pudiera sufragar, de un padrón de 3.5 millones, cuyos resultaron se conocerán en tres días.
Los sondeos, cuya fiabilidad es incierta, daban a Preval ventaja de 27 por ciento. Pero podría haber segunda vuelta en marzo si ningún candidato obtiene 50 por ciento, siempre bajo la observación de la ONU y la Organización de Estados Americanos.
Los resultados oficiales podrían no conocerse en varios días más, además de que el caótico comienzo arruinó una elección que podría convertirse en un problema político para Estados Unidos en la empobrecida nación de 8.5 millones de habitantes.
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