Caracas, 4 feb.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, denunció que el acuerdo para la venta de patrulleras españolas a su país figuraba entre los informes relacionados con las supuestas acciones de espionaje por las que fue expulsado el agregado naval estadounidense.
"Te mando la propuesta española de los patrulleros. Cuando esté lista la nuestra te la mandaré", decía un correo electrónico, leído por Chávez, que identificó como uno de los mensajes enviados al agregado naval de la embajada de EEUU, John Correa, por un grupo de oficiales de la armada venezolana.
La expulsión de John Correa, anunciada el jueves por el presidente Chávez, fue seguida al día siguiente por la expulsión de EEUU de la jefa de Gabinete de la embajada venezolana en Washington, Jenny Figueredo.
El mensaje fue interceptado por un "hacker"criollo, indio del amazonas, entre otros varios, informó el gobernante venezolano durante su discurso ante una multitudinaria manifestación en apoyo de su gobierno y contra la "injerencia" de EEUU.
"Conseguimos unos "hakers" y tenemos todo. Aquí tengo unos correos enviados por un grupo de militares traidores, con claves y mas cosas, claro que les pagan en dólares", añadió.
El mismo mensaje sobre las patrulleras españolas también se refería a una operación, "en relación con submarinos, parece que van a comprar dos. No está decidido si alemanes o rusos".
Los astilleros públicos españoles Navantia y la empresa aeronáutica CASA firmaron a finales de noviembre pasado con el Ministerio de Defensa de Venezuela sendos acuerdos para la venta de 8 patrulleras y 12 aviones de transporte, respectivamente, por unos 1.700 millones Euros.
Mientras que para el contrato de Navantia no se ha informado sobre impedimentos, Washington ha vetado el de CASA alegando que los aparatos incorporan tecnología estadounidense.
El pasado miércoles, el ministerio de Defensa de Venezuela y la firma aeronáutica española, parte del consorcio europeo EADS, acordaron seguir adelante con el acuerdo para la venta de los aviones, pese al veto de EEUU.
La empresa española se comprometió a presentar en el plazo de un mes una nueva propuesta con las alternativas que existen en el mercado europeo a los componentes estadounidenses, así como plazos de entrega de los aviones.
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