Presidente Chávez: Al imperio hay que confrontarlo y denunciarlo

Prensa Presidencial (13 05 06). “Creo que es muy importante que nosotros denunciemos con nombre y apellido lo que hoy significa la élite que gobierna Estados Unidos: el imperio. Así, con todas las letras y con toda la extensión de la palabra: imperio”.

Esta advertencia la realizó el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, durante la clausura del evento “Enlazando Alternativas II”, acto paralelo a la IV Cumbre de la Comunidad Europea, Latinoamérica y el Caribe, realizado en el complejo deportivo Stad Halle, ubicado en el centro de la ciudad de Viena, Austria.

Dijo que es necesario confrontar y denunciar al imperio pese a algunas opiniones de personas quienes dicen que se debe “impedir cualquier choque por más pequeño que sea”, porque esta actitud parece una rendición y una aceptación.

Todos los imperios tienen su fin. “Llegó la hora del final del imperio norteamericano (...), y cuando hablo de ̀la hora΄ quiero referirme al siglo XXI”, puntualizó el mandatario nacional.

Se trata de desmontar y neutralizar para hacer que desaparezca “el imperio más cínico de la tierra”, porque asumen la defensa de la democracia y lo que realmente hacen es atropellar.

Estados Unidos se ha convertido en un Estado terrorista

Advirtió sobre la puesta en marcha de “la guerra preventiva”, que a nombre de la lucha contra el terrorismo, ha anunciado el “terrorismo mundial”, destruyendo países enteros. “Yo creo que el imperio norteamericano nos ha empujado a la cuarta guerra mundial, que no será como la primera ni la segunda (…) no, no será tampoco como la tercera”.
Explicó que este enfrentamiento será más peligroso porque no está focalizado ni localizado en tiempo y espacio, no tiene límites ni leyes; por estas razones esa potencia se ha convertido en “un Estado terrorista y genocida”. Para ejemplificar su afirmación dijo que a esta hora pueden estar cayendo bombas sobre Bagdad provocando la muerte de cuántos niños, mujeres y hombres inocentes.

El Salvador, Chile, Bolivia, Venezuela, Vietnam, Corea, Guatemala, Santo Domingo, Nicaragua y Brasil son algunos de los países que han sufrido el intervencionismo de Estados Unidos. “No hay país que se haya salvado en América Latina de la garra inmunda del imperio norteamericano”, señaló.

Esta potencia mundial pretende asustarnos con sus amenazas y maniobras como las que adelantan en el “Caribe y en América Latina”, pero si se atreven a cumplir con sus amenazas “les haríamos comer el polvo de la derrota”, como sucede en Iraq. “¡Que viva la resistencia iraquí!”

El siglo XXI es la hora final del imperio. Llego el tiempo que simboliza su derrota y sus cenizas y esto permitirá el surgimiento de la grandeza y libertad del pueblo de Abraham Lincon, de Mohammad Alí y de Marthin Luther King, aseguró el jefe del Estado venezolano.

La Revolución Bolivariana se conduce hacia el socialismo

Reiteró que si no se cambia el modelo desarrollista y capitalista se destruirá la Tierra, porque ya se sienten sus consecuencias, como el deshielo de los polos, el cambio de las corrientes marinas y la lenta pero progresiva desaparición de la especie humana.

Es hoy cuando se debe salvar el mundo porque mañana puede ser demasiado tarde. Con estas palabras expresó la necesidad de tomar el camino del socialismo, tal como lo decía Rosa de Luxemburgo: “Socialismo o barbarie”.

“Decía Eduardo Galeano: ̀No hay nada menos foráneo en las tierras suramericanas y latinoamericanas que el socialismo, porque todos los pueblos fundadores vivían con este sistema΄ (caribes, mayas, incas, guaraníes)”, recordó.

Por estas razones, dijo, Venezuela ha asumido el compromiso de conducir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo del siglo XXI, basado en la solidaridad, la libertad, la justicia, el amor, la fraternidad y la igualdad.

Opinión pública: superpotencia salvadora

Hizo referencia al libro Hegemonía y supervivencia, de Noam Chomsky, brillante intelectual de esta hora. Dijo que el capítulo titulado: Dos superpotencias mundiales, le llamó la atención porque sólo reconocía la primera, que es Estados Unidos.

“Al consultar las páginas encuentro que la segunda superpotencia es la opinión pública mundial, punto de vista que respaldó totalmente, pues creemos también nosotros que ha comenzado a crecer, y puede llegar a ser una potencia salvadora”.

Esta opinión debe sustentarse en los movimientos sociales y coordinarse a través de redes sociales para poder formar un frente de lucha verdadera, de batallas concretas que permita construir un mundo mejor. (FIN/ Maryuri Varela)