Son varios los años, quizás 20, que este aguerrido dirigente yukpa con su pueblo lleva defendiendo su territorio ancestral invadido por la pudiente familia Vargas, que ha levantado su bienestar y riqueza a partir de la terrofagia, y del hambre y del dolor de los pueblos yukpa de Chaktapa, Chaparro, Kasmera y Botoncha.
Muertos, asesinatos, sicariatos, quemas de casas y conucos, acusaciones de los indígenas contra Guardias Nacionales, efectivos del Ejércitos, policías, fiscales del Ministerio Públicos de Machiques, diputados indígenas y no indígenas de la cuarta pero también de la quinta república llenan las páginas del acontecer cotidiano del periodismo y de la vida de estas cuatro comunidades Caribes ubicadas en el piedemonte de la Sierra de Perijá.
Pero es Chaktapa la que le ha tocado sostenidamente vivir la peor parte, pese a los muertos y heridos yukpa de Kasmera enfrentados valientemente por la Dra. Lolita Aniyar de Castro en su estadía por la Gobernación del Zulia, o en los peores momentos de acoso con pretensión de ajusticiamiento contra Sabino por parte de un grupo de efectivos de la Guardia Nacional por orden del hacendado en aquellos tiempos cuando la Dra. Josefa Camargo era la Fiscal Nacional Indígena con sede en Caracas.
Pero una sola vez la vida le sonrió a los Yukpa de Chaktapa, fue en marzo del año 2004 cuando ocupan totalmente la hacienda Tizina, hasta el jueves 14 de abril de 2005 cuando con un grupo de sicarios el hacendado los desaloja quemándoles todas las casas y sembradíos. No hubo manera que el Estado, Gobierno o diputados indígenas o no indígenas acordaran el pago de las bienechurías de la hacienda Tizina.
Todas las solicitudes de intermediación y ayuda han sido inútiles, Ante la fiesta pre electoral indolente del Gobierno, el activismo proganadero de la Gobernación del Zulia y de todas sus dependencias en el municipio, incluyendo la Alcaldía de Machiques (Toto Marquez), la “neutralidad” de la Fiscalía de Machiques, la indiferencia de la Oficina de Derechos Humanos del Vicariato de Machiques, de la Guardia Nacional, Ministerio Público, del INTI, de la Comisión Regional de la Demarcación de Hábitat y Tierras Indígenas, hoy los Vargas envalentonados han decidido por cuenta propia desalojar la comunidad indígena a sangre y fuego. Quedándoles así a los yukpa sólo la resistencia militante ancestral del pueblo Caribe y las alianzas solidarias de clase con otros hermanos en luchas.
Por todas nuestras luchas
tierras indígenas, sin minas y sin hacendados
Agua, tierra, autonomía y dignidad
Sociedad Homo et Natura
ANMCLA (Asoc. Nacional de Medios
Comunitarios Libres y Alternativos)
Comunidades al
mando-Proyecto Nuestramérica
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