WASHINGTON (AP) - El organismo independiente encargado de supervisar a la CIA investiga unos casos en que personas pudieron haber sido detenidas por error por la agencia y trasladadas a otros países.
El numero de casos investigados es menor a 10, una cifra menor a la indicada por otros informes, pero al parecer lo suficientemente alta como para ser motivo de preocupación de algunas personas.
Después de los ataques del 11 de septiembre, el presidente George W. Bush ha permitido que la agencia realice estas operaciones sin antes obtener autorización de la Casa Blanca u otras oficinas del gobierno para cada uno de los casos.
La práctica, que ha sido criticada por grupos de defensa de los derechos civiles, consiste en detener a cualquier sospechoso de terrorismo y trasladarlo a su país de origen o a otra nación en que sea solicitado por un crimen o para ser interrogado.
Entre 100 y 150 personas han sido detenidas de esta manera desde el 11 de septiembre. Funcionarios del gobierno aclaran que el método es usado únicamente para capturar a los terroristas que la CIA considere como los más peligrosos y Bush ha dicho que las transferencias, que son hechas después de obtener garantías de que los detenidos no serán torturados, buscan prevenir un ataque terrorista en Estados Unidos o en países aliados.
Pero el inspector general de la CIA, John Helgerson, está investigando menos de 10 casos en que personas pudieron haber sido detenidas por error, según un funcionario de inteligencia que se mantuvo en el anonimato por la delicadeza del asunto.
Los grupos de defensa de los derechos civiles consideran que la práctica es una manera de evitar cumplir con el proceso judicial.
Entretanto, varias personas han denunciado haber sido detenidas de manera arbitraria, enviadas a otros países y, en al menos un caso, hasta torturadas. Al menos uno de ellos, Jaled al-Masri, un alemán de ascendencia libanesa, ha entablado una demanda contra la CIA.
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