Caracas, 27 Dic. ABN.- De acuerdo a los informes de la
Asamblea Nacional, luego del crecimiento economía en 9,5% durante 2005,
Venezuela se prepara para una nueva expansión en 2006, cuando podría también dar
un fuerte impulso a su independencia financiera internacional.
Asimismo
se prevé un crecimiento del ocho por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) el
próximo año, resultado de los precios del petróleo y la diversificación
económica.
El presidente de la Comisión de Finanzas parlamentaria,
Rodrigo Cabezas, revela que el 2006 podrá ser el año del inicio de la
cancelación de la deuda externa para Venezuela, libre ya de ataduras con el
Fondo Monetario Internacional (FMI), según declaraciones ofrecidas a la Agencia
Prensa Latina.
Según su criterio, el país estará en condiciones de pagar
al Banco Interamericano de Desarrollo, al Banco Mundial y la Corporación Andina
de Fomento y dar inicio a un proceso que en tres años liberaría a la nación
sudamericana del peso de la deuda externa.
Aunque el presidente Hugo
Chávez no se ha manifestado específicamente sobre esa propuesta, Cabezas estima
que el Jefe de Estado -un crítico regular de los organismos financieros
internacionales- «está contento con esa idea».
Venezuela debe a esas
tres entidades unos tres mil millones de dólares, cifra similar al superávit de
su balanza de pago este año que se aspira a llevar a cuatro mil millones en
2006, mientras sus reservas de divisas rondan los 30 mil millones de dólares.
La propuesta del legislador deberá primero recibir el respaldo del Banco
Central de Venezuela (BCV), pero lo cierto es que se enmarca en el contexto de
independencia internacional fijado por el Gobierno de Chávez.
Igualmente
se sustenta en resultados satisfactorios de una economía que demuestra estar en
capacidad de crecer diversificándose con el apoyo de su renta petrolera.
El país produce unos 3,3 millones de barriles de diarios de petróleo y
se ubica en el quinto puesto mundial entre los exportadores con precios para sus
hidrocarburos estimados de 46 a 50 dólares por barril para los próximos 12
meses.
Los análisis indican asimismo que el repunte del 9,5% del PIB
estuvo dado en una proporción importante por los aportes del sector no
petrolero, como resultado de una política de diversificación impulsada por el
Jefe de Estado.
Aunque la propuesta de una agresiva política de pago de
la deuda externa no fructificara, evidencia en si misma la fortaleza económica
de un proceso de cambios económicos que lleva implícito un alto contenido
social.
En cumplimiento de las promesas que lo llevaron a la Presidencia
en 1999, Chávez aplica en siete años de gobierno una redistribución de los
beneficios de la renta petrolera mediante la puesta en marcha de numerosos
programas sociales.
Concebidos como «misiones», al margen pero apoyadas
por las instituciones oficiales relacionadas, esos programas lograron la
erradicación del analfabetismo y la incorporación de 16 millones de venezolanos
a planes gratuitos de salud y educación, entre otros.
Economistas
consultados estiman que la importancia de apuntalar y ampliar estos programas
pudiera llevar a posponer la propuesta de liquidación de la deuda externa, en un
país donde la pobreza supera el 70% de la población.
Otros, sin embargo,
opinan que la independencia financiera redundará a corto plazo en la
disponibilidad de mayores recursos para ampliar y profundizar los programas
sociales, a los que en enero próximo se sumará una ofensiva contra la pobreza
extrema.
La decisión deberá tomar en cuenta complejas ecuaciones
financieras pero sustentadas por una economía floreciente y una visión de
desarrollo diferente a la que provocó la dolorosa paradoja de una miseria
extendida a la sombra de las torres petroleras.
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