Informe especial
Para algunos analistas se trata de los primeros escarceos para construir una alianza "eje a eje" entre países que se encuentran situados en ese inasible "eje del mal" explicitado por Bush y los arquitectos de las "guerras preventivas".
Según informaron ayer los diarios iraní Tehran Times y cubano Granma, Mahmoud Ahmadinejad mantuvo diálogos telefónicos el miércoles con sus pares cubano y venezolano, así como el mandatario electo de Bolivia, oportunidad en que el presidente iraní fue invitado a visitar Caracas y La Paz.
Según la percepción de algunos periodistas, pareció ser un llamado de "eje a eje".
El Presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, quién acaba de desearle la muerte a Sharón, anunció su interés en profundizar vínculos con los "gobiernos populares" de América Latina que se oponen a Estados Unidos, como Cuba y Venezuela, además de Bolivia, donde el 22 de enero asumirá la Presidencia Evo Morales.
Según lo informado el jueves por los
diarios iraní Tehran Times y cubano Granma, Ahmadinejad comunicó su intención de
acercarse a la región y establecer alianzas, en diálogos telefónicos mantenidos
el miércoles con sus contrapartes cubana, Fidel Castro, y venezolana, Hugo
Chávez, así como el mandatario electo boliviano,
El periódico iraní señala que durante las conversaciones, Chávez, invitó a
Ahmadinejad a visitar Venezuela en la primera mitad de este año 2006.
El diario destaca que en los últimos años los vínculos entre Irán y Venezuela, dos de los principales países productores de petróleo del mundo, se estrecharon tras la visita que Hugo Chávez hizo a Teherán a fines del 2004.
Meses después, en marzo del pasado
año, el entonces Presidente iraní Mohamed Jatami retribuyó la visita con un
viaje oficial a Caracas.
Durante su diálogo telefónico con Castro -según fuentes cubanas-, el
Presidente Iraní agradeció el respaldo de La Habana a la política nuclear con
fines pacíficos que, según dijo, impulsa Teherán.
Ahmadinejad, quién sacudió al mundo cuando dijo que Israel debería ser "borrado del mapa", es criticado por EEUU y la Unión Europea por sus planes de desarrollo nuclear supuestamente orientados con fines guerreristas y agresivos.
La relaciones de Israel con Irán tocaron hace dos semanas un pico de tensión extrema cuando el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, relativizó el Holocausto judío y opinó que Israel (un "tumor") debería ser mudado a Alemania y Austria.
El Gobierno de EEUU, desde Washington, tachó de "terribles y censurables" esas declaraciones en las que el presidente de Irán expresaba dudas sobre la magnitud del genocidio del pueblo judío en Europa y proponía que allí fuera establecido el Estado de Israel, en lugar de Oriente Medio.
El gobierno israelí, en tanto, reclamó una movilización internacional para condenar al dirigente iraní y prohibirle que desarrolle armas atómicas, mientras organizaciones judías pedían que Irán fuera expulsado de la ONU.
Luego de que, hace dos semanas, Sharon pidiera a la ONU la expulsión de Irán y anunciara la continuidad de los "asesinatos selectivos" en los territorios ocupados, ciento de miles de iraníes, al grito de "muerte a Israel", tomaron las principales calles del país para denunciar la existencia de Israel y apoyar la causa palestina en la celebración del tradicional "día de Jerusalén".
En la segunda semana de diciembre el diario británico Sunday Times informó que Sharon ordenó a las Fuerzas Armadas de su país prepararse para un posible ataque contra Irán en marzo próximo.
Antes de ser internado Ariel Sharon, desmintió que haya
ordenado o tenga la intención de atacar supuestas instalaciones nucleares de
Irán, pero un vocero del Ministerio de Defensa israelí insiste con que "no
debe descartarse esa opción".
Tras el 11-S, y en el marco de la "guerra contraterrorista", el
Presidente de EE.UU. George W. Bush, incluyó a Irán en un supuesto "eje del mal"
que completaban el Irak de Saddam Hussein y Corea del Norte.
Durante el discurso que pronunció durante la audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Condoleezza Rice, a punto de asumir como nueva secretaria de Estado, presentó una lista de lo que llamó seis "tiranías": Cuba, Bielorrusia, Irán, Myanmar (ex Birmania), Corea del Norte y Zimbabwe.
Aunque no se excluye específicamente a la Venezuela en el "eje del mal", los ataques contra Chávez lanzados desde Washington lo sitúan tácitamente en la misma condición "terrorista" de los países gobernados por "tiranos".
Conocidos los diálogos de acercamiento mantenidos a través del teléfono, no son pocos los que especulan con un eje "anti-imperialista" entre Caracas, La Habana y Teherán al que se estaría sumando La Paz, después del triunfo de Morales en los comicios del 18 de diciembre pasado.
La posibilidad pone los pelos de
punta a los funcionarios "antichavistas" y "anticastristas" del Departamento de
Estado, que ante el avance electoral de la izquierda "progresista" en América
Latina ven la formación de un nuevo "proceso comunista" en América
latina.
Según el diario Tehran Times, el presidente iraní ofreció a Castro su
colaboración en los preparativos para la Cumbre de Países No Alineados que se
realizará este año en la capital cubana y abogó por la continuidad de las
"relaciones amistosas" entre ambos estados. Cuba e Irán normalizaron sus
relaciones diplomáticas en 1979, tras el triunfo de la Revolución Islámica del
ayatola Jomeini.
Según la oficina presidencial iraní, Castro dijo a Ahmadinejad que
"Teherán, con el progreso que alcanzó, está aumentando cada día su capacidad de
oponerse a las grandes potencias".
Por su parte, Ahmadinejad señaló que
aprecia la "política de Castro de resistir a las potencias arrogantes" y
subrayó la voluntad de Irán de "cooperar con los gobiernos populares, en
particular aquellos de América Latina".
El mandatario iraní también conversó telefónicamente con el Presidente electo de
Bolivia, Evo Morales, a quien le expresó su deseo de sostener una reunión para
analizar temas de interés, según el diario oficial cubano Granma.
El presidente iraní opinó que con el triunfo de Morales "la nación boliviana ha sido la vencedora en los recientes comicios" y dijo que Teherán participa de la "alegría del pueblo" de ese país andino. Luego el presidente electo boliviano invitó a Ahmadinejad a asistir a la ceremonia de su investidura.
A esta potencial alianza "eje a eje" que se abre tras los diálogos de acercamiento también se sumaría -en caso de acceder a la presidencia de Perú- el ascendente líder "nacionalista" peruano, Ollanta Humala, a quién la prensa internacional (como ya lo hizo con Morales) viene posicionando como ganador en las encuestas.
Durante su reciente visita y sorpresiva a Venezuela, Humala fue ampliamente elogiado por Hugo Chávez en presencia del boliviano Evo Morales, provocando la tensión en las relaciones entre Lima y Caracas.
El gobierno de Alejandro Toledo llamó en consulta a su embajador en Venezuela, en un gesto de desagrado por los comentarios de Chávez, calificados como una "injerencia en los asuntos internos" peruanos.
En este marco explosivo, en Medio Oriente y en América Latina, se cocina a fuego lento la "alianza de los ejes".
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