Madrid, 11 feb (PL) Las mentiras del presidente George W. Bush sobre el ciclón Katrina que destruyó a Nueva Orleans quedaron al desnudo por las revelaciones de un ex funcionario de su Gobierno, según publica hoy el diario español El País.
En una nota de su corresponsal en Washington, la versión digital del periódico hispano recuerda que el día después del Katrina, la Administración de Bush aseguró que el desastre fue toda una sorpresa, lo cual es mentira.
Ayer, indica El País, el ex director del Departamento Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), Michael Brown, testificó ante un comité del Senado que, por el contrario, el día que el huracán tocaba la costa del golfo sabían que se enfrentaban a "su peor pesadilla".
El ex funcionario calificó de "trolas" y "un poco ingenuas" las alegaciones hechas por algunos responsables asegurando que no tuvieron conocimiento de la dimensión de lo que estaba pasando hasta el día siguiente.
Brown confesó que se cansó de ser "un chivo expiatorio" de la Casa Blanca. "Me siento abandonado", dijo, después de dimitir de su cargo tras la lenta y caótica respuesta dada por FEMA a los pocos días de que el Katrina arrasase la costa del golfo.
Katrina golpeó con crudeza el golfo de México a primera hora de la mañana del lunes 29 de agosto. "Al menos en dos ocasiones de ese día informé de lo que estaba pasando", dijo Brown, quien lo comunicó a Joe Hagin, un alto responsable del Gobierno de Bush.
Hagin, dijo, se encontraba con el presidente, que estaba todavía de vacaciones en su rancho tejano en Crawford desde donde declaró que estaba aliviado porque Nueva Orléans "había esquivado el tiro".
Sin embargo, Brown le había dicho que "nuestra peor pesadilla se había hecho realidad, que todo con lo que habíamos especulado, por lo que nos habíamos preocupado, que todo aquello que FEMA había temido en los últimos 10 años era cierto".
La falta de respuesta ante el Katrina ha costado la vida a más de mil 300 personas, desplazado a cientos de miles y causado miles de millones en pérdidas económicas, recuerda El País.
Nueva Orléans está prácticamente destruida y algunas partes del golfo de México sencillamente no existen, volaron con la tormenta. "No existía una cultura en el departamento que reconociera la absoluta necesidad de estar preparados para un desastre", testificó Brown.
"Cuando se rompe esa ley, estás condenado al fracaso. Las políticas y decisiones puestas en práctica por el Departamento de Seguridad Nacional colocaron a FEMA en el camino del fracaso", concluyó su amarga confesión que deja nuevamente al descubierto las falacias y mentiras de W. Bush.
sábado, febrero 11, 2006
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