sábado, febrero 11, 2006

Arrecia campaña de Washington contra Venezuela

Caracas, 11 feb (PL) Las acciones de Estados Unidos contra Venezuela alcanzaron esta semana un nivel casi virulento, con ataques coincidentes de varios funcionarios estadounidenses, a quienes se sumó el primer ministro británico, Anthony Blair.

Las agresiones verbales parecieron dar la razón a denuncias del presidente Hugo Chávez, quien advirtió que este será un año duro para Venezuela, contra la cual -dijo- se prepara una campaña internacional de descrédito dirigida desde Washington.

El incremento de los niveles de agresividad constituye -en opinión las autoridades- un reconocimiento del respaldo popular al presidente Chávez, que le garantiza el triunfo en las elecciones presidenciales del próximo diciembre.

Según estos criterios, ante la perspectiva de seis años más de "chavismo", Washington intenta deslegitimar un Gobierno que cuenta con un respaldo de la población superior al 70 por ciento, de acuerdo con encuestas.

El apoyo a Chávez está sustentado en el contenido social de su política, basada en una mejor distribución de la rica renta petrolera nacional, una alianza de varios partidos políticos y el desmoronamiento de la oposición, sin brújula ni alternativas.

Los ataques fueron desde comparar al Jefe de Estado con Hitler (el secretario de Defensa, Ronald Rumsfeld) hasta sugerir una actuación terrorista internacional de Venezuela (John Negroponte, jefe de los servicios de espionaje).

Un hecho que apunta hacia la existencia de una concertación internacional en la línea de deslegitimación fue el ataque de Blair, quien llamó a Venezuela a respetar las reglas democráticas.

Las agresiones avivaron la disputa, que ya se había elevado con el descubrimiento de una red de espionaje militar organizada por un agregado naval de la Embajada de Estados Unidos en Caracas.

El incidente del agregado Jhon Correa provocó su expulsión del país sudamericano, acto seguido por la represalia estadounidense que obligó a la consejera venezolana Jenny Figueredo a abandonar su servicio diplomático en Washington.

La réplica no se hizo esperar con un recordatorio de Chávez de que el mandatario más parecido a Hitler en la actualidad es George W. Bush, con sus agresiones a pueblos como Afganistán e Iraq.

En cuanto a Blair, a quien calificó de "peón de Bush", el Presidente venezolano consideró inmoral su posición, debido a su alineamiento con acciones violatorias de las normas internacionales como la invasión a Iraq por Estados Unidos.

No sea inmoral Señor Blair, Usted no tiene moral para llamar a respetar el derecho internacional, ha irrespetado la soberanía de los pueblos aliándose con Míster Danger (George W. Bush) para atropellar a los pueblos de Iraq y del mundo, expresó.

Las agresiones verbales constituyen un elemento en un contexto que abarca también presiones para evitar que Venezuela pueda adquirir aviones y barcos en Brasil y España y trabas para el mantenimiento de sus F-16 de fabricación norteamericana.

Las acciones, de acuerdo con denuncias esta semana de la abogada e investigadora estadounidense Eva Golinger incluyen la infiltración en el país de tropas especiales encubiertas entrenadas en acciones psicológicas, parte de la proyección desestabilizadora.

El intento descalificador de Estados Unidos se une al respaldo financiero que Washington viene dando a la oposición venezolana que en siete años de gobierno de Chávez ha sido incapaz de estructurar un frente ante el avance de las políticas sociales.

Ante la imposibilidad de triunfar internamente en las urnas, la estrategia señala la búsqueda de una descalificación internacional, si dejar de lado otras variantes, como demuestra la denuncia de Golinger.

Ante ello el primer mandatario instruyó a sus seguidores seguir trabajando en planes los planes de desarrollo social, sin olvidar una batalla política que en inicios del año electoral se vislumbra larga y complicada.

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