lunes, abril 24, 2006

El ALBA cumple el primer año de cooperación solidaria a pesar del acoso y las amenazas de los Estados Unidos

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[_fidel-y-chavez_p] inSurGente.- Hace un año Cuba y Venezuela firmaban 49 acuerdos para iniciar de manera decidida un proceso de integración económica basado en la cooperación, la complementariedad y la solidaridad. La Alternativa Bolivariana de las Américas expresaba en la Declaración Conjunta lo siguiente: “coincidimos plenamente en que el ALBA no se hará realidad con criterios mercantilistas ni intereses egoístas de ganancia empresarial o beneficio nacional en perjuicio de otros pueblos. Solo una amplia visión latinoamericanista, que reconozca la imposibilidad de que nuestros países se desarrollen y sean verdaderamente independientes de forma aislada, será capaz de lograr lo que Bolívar llamó "ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria", y que Martí concibiera como la ‘América Nuestra’, para diferenciarla de la otra América, expansionista y de apetitos imperiales. José Martí en su memorable artículo en la revista Patria el 11 de junio de 1892 escribió: ‘A un plan obedece nuestro enemigo: de enconarnos, dispersarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hacer por fin a nuestra patria libre. Plan contra plan’. Este que aprobamos hoy es el de Bolívar y Martí”.

Prensa Latina (Por: Javier Rodriguez).- Cuba y Venezuela llegan esta semana al primer aniversario de la firma, en esta capital, de 49 acuerdos y convenios suscritos por sus presidentes para consolidar el proceso de integración de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).

El 29 de abril del 2005 los Jefes de Estado, Fidel Castro, de Cuba, y Hugo Chávez, de Venezuela, asistieron aquí a la suscripción de esos documentos que representaron un impulso importante en el estrechamiento de los vínculos bilaterales.

Una muestra del sentido de cooperación verdadera implícito en los documentos rubricados y el significado de ellos para la subregión, puede verse en los principales acuerdos económicos y de carácter político y social entonces formalizados y en su posterior cumplimiento.

Cuba eximió del pago de aranceles aduaneros e impuestos a productos venezolanos adquiridos en el marco del ALBA, mientras Caracas concedió preferencias arancelarias a 104 renglones de origen cubano y decidió desgravar gradualmente importaciones desde la Isla.

La Habana suscribió contratos de compra por 414 millones de dólares a empresas venezolanas incluyendo en ellos desde alimentos hasta neumáticos y se abrió una sucursal en esta capital de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA).

En este último caso, los dos países acordaron explorar, explotar, refinar y almacenar hidrocarburos y sus derivados en territorio cubano, propósito materializado con la posterior creación de una empresa mixta que potenciará la refinería de Cienfuegos, en esa central provincia de la nación antillana.

También se procedió a la inauguración de la sucursal del Banco Industrial de Venezuela en La Habana y de una filial en Caracas del Banco Central de Cuba para financiar importaciones y exportaciones, con capital inicial de 400 millones de´dólares anuales.

Las dos naciones determinaron la construcción en Cuba de un astillero naval binacional y el otorgamiento de libre tránsito y exención impositiva a buques de bandera venezolana participantes en el transporte de pasajeros y carga hacia la Isla.

Un aspecto destacado incluído el pasado año en los históricos documentos se refiere al incremento de la ya existente asistencia cubana a Venezuela en los campos de salud, educación y otros, una colaboración de carácter inédito entre naciones latinoamericanas.

Los especialistas de la isla caribeña apoyaron la inauguración en el Estado sudamericano de centenares de centros de diagnostico médico integral, salas de rehabilitación y fisioterapia y centros de alta tecnología para brindar servicios gratuitos a la población.

Esos acuerdos incluyeron la asesoría para formar en Venezuela 40 mil galenos y cinco mil especialistas en tecnología de la salud en menos de una década, y 10 mil bachilleres venezolanos se convertirán en médicos y enfermeros tras cursar sus estudios en Cuba.

Casas de familias cubanas en todo el país abrieron sus puertas para cobijar fraternalmente a esos estudiantes que, paralelamente, cursan sus materias en policlínicos y hospitales de todo el país.

Una emotiva y efectiva demostración de solidaridad, oficializada en los acuerdos, fue la decisión sobrecumplida de intervenir quirúrgicamente en Cuba, mediante la Operación Milagro y en forma gratuita, a 100 mil venezolanos con afectaciones oftalmológicas.

La recuperación o preservación de la visión por un número tal de personas afectadas, servicio posteriormente extendido por Cuba a nacionales de otros muchos países, constituye una hermosa página escrita también como demostración del significado humano del ALBA.

En ese mismo escenario se inscribe la atención médica anual en los hospitales cubanos de otros miles de ciudadanos venezolanos que reciben desde trasplantes de órganos hasta tratamientos ortopédicos y neurológicos.

Después de aquella ceremonia el presidente Chávez la calificó de un paso importante en la integración de América Latina y el Caribe, "pero no como Washington quiere, sino para la libertad y la dignidad de nuestras naciones".

Han transcurrido dos días extremadamente felices y fecundos, planteó Fidel Castro tras las 48 horas de conversaciones y adopción de decisiones, devenidas verdadera muestra de lo que pueden esperar del ALBA otros pueblos en contraposición al norteamericano Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA).

Lo ocurrido en los siguientes 12 meses ratificó los pronósticos de los dos estadistas y las previsiones establecidas en los convenios de aquel 29 de abril y los beneficiosos intercambios comerciales cubano-venezolanos se elevaron a miles de millones de dólares.

El ALCA de George Bush languidece casi sin partidarios que lo defiendan y la bolivariana ALBA involucra ya, en distintos niveles de colaboración, a numerosos Estados de Latinoamérica y el Caribe, testigos de que los sueños pueden convertirse en realidad.

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