lunes, abril 24, 2006

Kirchner, Lula y Chávez en crucial reunión para Mercosur

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Buenos Aires- Los presidentes de Argentina, Brasil y Venezuela se reunirán a partir de mañana en la ciudad de Sao Paulo, en momentos en que el MERCOSUR va a contramano de su principal desafío, la integración regional.

Néstor Kirchner, Luiz Inacio Lula da Silva y Hugo Chávez retomarán así las citas que mantuvieron en los últimos tiempos, sobre todo después que Caracas expresó su deseo de convertirse en miembro pleno del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).

Una cumbre entre los tres mandatarios fijada para principios de marzo último en la provincia argentina de Mendoza, tras la asunción presidencial en Chile de Michelle Bachelet, debió posponerse por problemas en la agenda de Chávez, se informó entonces.

En aquella ocasión, los estadistas tenían previsto examinar una serie de iniciativas conjuntas, en particular la proyectada construcción del Gasoducto del Sur, que en una primera fase interconectará a las tres naciones.

Según anticipó la prensa porteña, en el encuentro trilateral del próximo miércoles en la capital paulista -Kirchner y Lula lo harán a solas primero mañana-, las cuestiones relacionadas con ese monumental proyecto energético volverán a centrar el diálogo.

Buenos Aires, Brasilia y Caracas buscan sumar a Bolivia en el denominado megagasoducto, con una extensión de 10 mil kilómetros y una capacidad para transportar, en una primera etapa, 150 millones de metros cúbicos de gas diarios. Su costo rondaría los 23 mil millones de dólares, de acuerdo con los estudios iniciales de factibilidad.

El Ministerio argentino de Relaciones Exteriores comunicó que en la reunión entre Kirchner y Lula se abordarán tópicos de interés bilateral. Sin embargo, analistas dieron por descontado que los dos líderes incluirán en sus pláticas el conflicto de Argentina con Uruguay por la instalación de este último de dos plantas de celulosa, en un área cercana a la norteña provincia de Entre Ríos.

La disputa, generada tras la denuncia de Buenos Aires de que esas fábricas contaminarán el ecosistema en la región limítrofe, no sólo tensó los vínculos con Montevideo, sino que contagió el ambiente dentro del MERCOSUR.

A esto se añaden los reclamos que vienen haciendo desde hace varios meses Uruguay y Paraguay a las dos economías mayores del bloque sureño para atenuar las asimetrías existentes en la unión aduanera, nacida hace 15 años.

Los dos miembros más pequeños del mecanismo se quejan de ciertas trabas impuestas al comercio por parte de sus socios más grandes, en detrimento de los intereses del resto.

Por si fuera poco, la República Oriental puso en tela de juicio la viabilidad del MERCOSUR, ante la negativa argentina, que en la actualidad ostenta la secretaria pro-témpore del grupo, a dirimir en ese ámbito la controversia medioambiental. El gobierno de Kirchner sostiene que por tratarse de un asunto bilateral, el litigio debe resolverse sin injerencia de terceros.

A su juicio, el vecino rioplatense violó el Estatuto del Río Uruguay, firmado en 1975 por las partes enfrentadas, al decretar de manera unilateral la construcción de las factorías de pasta de celulosa sobre una de las orillas de ese afluente compartido.

La cumbre adquirió mayor relevancia luego de que Venezuela, en pleno proceso de ingreso al MERCOSUR, anunció su salida de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) que forma con Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia.

Para Chávez, los acuerdos comerciales entre algunos países de la CAN y Estados Unidos pretenden reanimar la fracasada Area de Libre Comercio de las Américas impulsada por la potencia del norte.

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