Haz clic aquí para agrandar GAZA (AFP) - Los activistas palestinos recibieron el nuevo año con el breve secuestro de un militante pacifista italiano, posteriormente liberado, la explosión del club de la ONU en Gaza y disparos de cohetes contra Israel que pusieron fin a la tregua vigente desde enero de 2005.
Las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, vinculadas a Fatah, y el brazo armado de la Yihad Islámica anunciaron el disparo de dos cohetes contra la ciudad israelí de Sderot, en el desierto de Neguev (sur), aunque no provocó heridos.
Los Comités de la Resistencia popular reivindicaron, por su parte, los lanzamientos de cohetes contra posiciones del ejército israelí y un kibutz en Israel.
Un portavoz del ejército israelí aseguró que "sólo tres cohetes" llegaron a Israel.
Estos ataques tuvieron lugar unas horas después de los lanzamientos de misiles israelíes que mataron a dos palestinos, en el norte de la franja de Gaza. Según Israel, los dos hombres se preparaban para disparar cohetes, lo que desmienten los palestinos.
Un grupo armado secuestró durante varias horas a un pacifista italiano en visita de apoyo a los palestinos. Su liberación se produjo gracias a las gestiones realizadas por la oficina del primer ministro palestino, Ahmed Qurei, según el consulado italiano de Jerusalén este.
El pacifista Alessandro Bernardini fue secuestrado en un edificio del centro de la ciudad por hombres armados que se lo llevaron en un vehículo.
Formaba parte de una delegación de una veintena de personas dirigida por Luisa Morgantini, parlamentaria italiana de Refundación Comunista.
Este secuestro se produce dos días después de que una británica que trabaja para una organización humanitaria y sus padres fueran liberados, el viernes por la noche, tras haber sido secuestrados en Rafah, en la frontera entre la franja de Gaza y Egipto.
Asimismo, cinco activistas palestinos armados y enmascarados asaltaron el domingo al alba un club privado para empleados de Naciones Unidas en Gaza, que después volaron con explosivos.
Estas acciones constituyen un duro golpe para el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, que hizo un llamamiento desesperado para acabar con la situación de anarquía creada en los territorios bajo su control.
"La Autoridad Palestina estima que el caos en materia de seguridad y las violaciones de la ley constituyen un peligro que amenaza nuestras aspiraciones nacionales", afirmó Abas en un discurso radiotelevisado.
Los principales grupos armados palestinos respetaban de facto desde el 21 de enero de 2005 una tregua, que expiraba el sábado a medianoche.
El líder palestino esperaba prorrogar este acuerdo, pero una serie de disparos de cohetes contra Israel condujo al Estado hebreo a crear una "tierra de nadie" o "zona de seguridad" en el norte de la franja de Gaza para impedir los disparos.
"Ahora que el periodo de calma ha concluido, confirmamos que el enemigo (israelí) pagará el precio de sus crímenes contra nuestro pueblo", indicó un comunicado de las Brigadas Ezedin Al Qasam, el brazo armado de Hamas.
"Nuestros combatientes van a abrir las puertas del infierno a los sionistas", anunciaron por su parte los Comités de la Resistencia Popular.
Los grupos palestinos armados Yihad Islámica y las Brigadas de Al Aqsa aseguraron que no se quedarán "con los brazos cruzados, y los sionistas no disfrutarán de la seguridad si continúan sus ataques contra nuestro pueblo".
Las amenazas de las Brigadas de Al Aqsa son particularmente molestas para Abas, porque ilustran las divisiones dentro de su partido, el Fatah, antes de las elecciones legislativas del 25 de enero.
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