jueves, enero 19, 2006

Venezuela ensaya parlamentarismo popular

Miguel Lozano

Caracas, 17 ene (PL) Sin la presencia de partidos opositores, la Asamblea Nacional de Venezuela transita hoy por un camino inédito, cuyo propósito es propiciar una mayor participación popular en las transformaciones en marcha en el país.

En opinión de Roberto Hernández, segundo vicepresidente del órgano legislativo y primer comunista que ocupa en la historia del país un cargo en la directiva parlamentaria, el hecho de no contar con oposición hace aún más exigente el trabajo de los diputados.

En entrevista con Prensa Latina, Hernández consideró asimismo un fracaso el intento de la oposición de deslegitimar la Asamblea Nacional con su retirada de las elecciones parlamentarias, en las que las encuestas auguraban un fracaso estrepitoso.

Al respecto opinó que la legitimidad la otorga la representación de los intereses de la inmensa mayoría de la población, constituida fundamentalmente por las clases oprimidas y hasta ahora excluidas.

El parlamento popular revolucionario que concebimos los comunistas, dijo, tiene que estar permanentemente en contacto con las grandes masas populares, que deben tomar parte estrecha de la labor de legislación y control de la administración pública.

En relación con las prioridades indicó que los comunistas venezolanos ponen el acento en leyes de carácter social, algunas pendientes del período anterior como las del sistema único de salud, pensiones y jubilaciones y la ley orgánica del trabajo.

Es natural -apuntó- que en la medida que nos planteamos el socialismo, las leyes que beneficien a la mayoría tengan prioridad.

Asimismo consideró otra función de gran importancia en el nuevo parlamento el control de la Administración Pública.

En el camino al socialismo tenemos la gran misión de luchar contra el burocratismo y la corrupción, subrayó Hernández, para quien "Si no logramos derrotar estos flagelos, ellos derrotaran al proceso revolucionario que nos conduce al socialismo".

En este contexto, el dirigente comunista y parlamentario venezolano resaltó la importancia que debe tener el "parlamentarismo de calle" que ha pedido el presidente Chávez a los diputados.

Otro elemento que Hernández considera importante es la unidad de las fuerzas que apoyan el proceso pues, en su criterio, la ausencia de oposición no significa que en la Asamblea Nacional no haya enfoques, concepciones y puntos de vista diferentes.

La Revolución Bolivariana, dijo, es de una gran amplitud política e ideológica, "pero para nosotros los marxistas las contradicciones son la base del desarrollo, siempre y cuando seamos conscientes de ellas y sepamos manejarlas hacia el objetivo que nos une a todos".

En relación con los peligros del proceso de cambios venezolano, consideró que el principal es la política francamente hostil de Estados Unidos y sus asociados criollos.

Hasta ahora -explicó- le hemos infligido derrotas en todos los escenarios en que nos han planteado la confrontación, nacional e internacionalmente, lo que no quiere decir que el peligro ceda y ello obliga al país a ponerse a la altura de los desafíos.

Sin embargo, advirtió que las debilidades propias constituyen otro peligro "que estamos obligados a corregir en el más breve plazo", así como la búsqueda de la unidad de la clase obrera, la cual consideró objetivo esencial de una revolución de la época moderna.

En este contexto, Hernández apuntó que se requiere un esfuerzo para terminar con la atomización que caracteriza hoy al movimiento social venezolano, en el proceso marcado por el presidente Chávez de avanzar rumbo al socialismo.

No hay comentarios.: