viernes, febrero 24, 2006

Esta es la UNT que necesitamos


Preámbulo:

La más grande conquista organizativa lograda por los trabajadores y trabajadoras en todo este proceso de revolución democrática sindical ha sido la Unión Nacional de Trabajadores. La UNT está llamada a ser la herramienta de lucha de nuestra clase. Tiene que convertirse en instrumento de formación política que alimente la conciencia de clase de los trabajadores y trabajadoras. A la vez, tiene que ser la referencia de ética moral con la que no ha contado en toda su historia el movimiento sindical venezolano. Insertado en el momento de cambio histórico que vive nuestro país y que se empieza sentir en el resto de los países de Continente, la UNT tiene que propiciar los lineamientos que los trabajadores y trabajadoras deben protagonizar en estos años.
Para señalar cual debería ser la conducta revolucionaria y democrática que el movimiento sindical venezolano hoy necesita, es que sale este documento, que seguros estamos será enriquecido en los distintos eventos que dentro de la UNT se desarrollarán en el marco de su segundo Congreso y a la puertas de la convocatoria a las elecciones por las bases de nuestra central.

Así cayó el imperio golpista y antipatriota cetevista

Para avanzar con éxito en el presente y en el futuro es necesario revisar el pasado en donde estuvo inmerso el movimiento sindical. El sindicalismo que practicó la dirigencia de la CTV y la mayoría de los dirigentes sindicales durante toda la etapa de la cuarta república fue despreciable. Tan despreciable, que el sindicalismo para toda la sociedad era y, - todavía para muchos sigue siendo-, sinónimo de corrupción.
Connotados sindicalistas tenían un modo de vida igual y hasta más ostentosa en muchos casos, que la de un próspero empresario o a la de un viejo oligarca. Los burócratas sindicales se distinguían porque derrochaban lujos: sus dedos de las manos cubiertos de anillos, gruesas cadenas de oro y gruesas sumas de dinero, guardaespaldas y bandas armadas, casas y apartamentos caros, automóviles y vacaciones para toda su familia, negocios y contratos con el estado y en las empresas que controlaban.
Esa burocracia que en la inmensa mayoría de los centros de trabajo en estos últimos años ha sido echada, se fue prostituyendo en la medida que les dio la espalda a los trabajadores; en la medida que se fue ligando al estado, a los partidos de gobiernos y a la venta de contratos a los representantes de los patronos. Se convirtieron en una casta parasitaria, que por ningún motivo permitía elecciones en sus sindicatos y aceptaban crítica a sus gestiones.
Mientras los empresarios y los políticos que gobernaron ese período se enriquecían, quebraban y endeudaban el país, aplicaban recetas neoliberales, los grandes burócratas derrochaban poder y dinero, la burocracia media y baja se embrutecía, se embriagaba y se aislaban de los trabajadores, quienes por decenas de miles ingresaban a las filas del desempleo, la economía informal y la marginalidad. Los trabajadores que despuntaban con condiciones de poder ser un buen sindicalista sino era cooptado por la burocracia era perseguido, despedido y lo ingresaban en la lista negra que funcionaba confidencialmente entre las empresas para no ser empleado jamás.
Los burócratas de todos los estratos defendieron su dictadura sindical mandando a despedir a quienes sospechaban eran opositores. A pesar de que fueron intolerantes e implacables, esa manera de hacer sindicalismo empezó a sufrir reveces desde el mismo momento que se abrió en Venezuela el proceso revolucionario. Con el transcurrir de los años esa situación se ha ido profundizando. Así, han surgido miles de nuevos dirigentes y centenares de nuevas organizaciones sindicales.
Sin embargo, decenas de esos viejos burócratas se han reciclados y reconvertidos en “bolivarianos” y lo que es más peligroso, las causas objetivas que corrompieron a esa dirigencia sindical están latentes y son utilizadas por los patronos. Hay vicios que ya se están reproduciendo en un número significativo en la nueva dirigencia sindical. Pero, estos han sido puestos allí en acción revolucionaria por los trabajadores, con el mandato de ejercer un sindicalismo distinto al que ejerció por décadas la burocracia sindical. La Coordinación Nacional de la UNT y la inmensa camada de nuevos dirigentes que han surgido en estos últimos años tiene que hurgar en las causas en las que cayó la vieja burocracia para no repetir esos aborrecibles vicios.
Sobre todo, en lo que tiene que ver con la actuación reciente de la burocracia sindical durante el golpe y el paro empresarial, tenemos que revisar la actuación de la nueva burocracia infiltrada dentro del proceso bolivariano y que se hace llamar revolucionaria, pero que actúa con los mismos métodos cetevistas. Hay algunos dirigentes sindicales de este tipo, que manda a despedir a los que no piensa igual que él y no son de su misma corriente política, otros han llegado ha imponer en las Convenciones Colectivas o en acuerdo con la patronal que los permisos sindicales y el nombramiento de los permanentes es controlado y decidido por el Presidente o el Secretario General del Sindicato y cientos de nuevos sindicalistas han asumido responsabilidades sindicales para no trabajar más.

Entonces, no olvidemos:

• Esa burocracia sindical se convirtió en la cuarta pata sostén del viejo régimen y junto a éste se hunde.
• Esa burocracia sindical obedeció ciegamente las decisiones de los partidos del Pacto de Punto Fijo y de los otros partidos que se hicieron cómplices de éstos.
• Esa burocracia sindical se amarró y se puso un bozal ante las políticas antiobreras y contraria a los intereses nacionales desarrolladas por los gobiernos anteriores.
• Esa burocracia sindical nunca tuvo conciencia de clase y practicó permanentemente la conciliación de clases.
• Esa burocracia sindical no era internacionalista ni solidaria.
• Esa burocracia sindical no consultaba a los trabajadores y era enemiga de las asambleas y cuando se veía obligada de hacerlas, las manipulaba.
• Esa burocracia sindical respondía a las directrices de su buró político y se oponía a las huelgas y movilizaciones que el movimiento de masas proponían hacer a los gobiernos de su partido.
• Esa burocracia sindical fue creyendo los discursos que sobre la crisis económica hacían los patronos públicos y privados, aceptando después cualquier cuota de sacrificio para imponérselos a los trabajadores.
• Esa burocracia sindical se hizo dueña y socias de bancos, de seguros, de constructoras, de contratistas, de concesionarias, de proveedurías, de hoteles, de empresas de transporte y vigilancia y cuantos negocios pudieran hacerse.
En el reparto de sus papeles de traidores, le tocaba a la alta burocracia además de dedicarse al comercio, asumía la concertación con Fedecámaras, las Cámaras de Industria y Comercio, y desde el Comité Ejecutivo de la CTV, las fetras, y también desde los curules del parlamento y en las Asambleas Regionales, aprobar leyes que perjudicaban los intereses de los trabajadores y del pueblo.
A los cuadros medios burocráticos les correspondía pasar el tiempo con cualquiera acto de pillería con los patronos. Vendían puestos de trabajo y Convenciones Colectivas. Cobraban delegaciones y se peleaban duramente para lograr el mayor número de permanentes y funcionarios. De esa manera, ninguno de ellos tenía tiempos para relacionarse con los trabajadores y saber de sus problemas. Mucho menos, se preocupaban con la formación sindical y política. Les basta su práctica burocrática y corrupta.

Por la refundación del movimiento sindical venezolano

Esos elementos que estuvieron presentes en el pasado deben ser vigilados y combatidos a muerte para que en el presente y en el futuro nos se repitan. En ese sentido la Coordinación Nacional, regionales y sectoriales de la UNT, junto a las organizaciones de bases y con los propios trabajadores y trabajadoras debemos ser guardianes de dos principios fundamentales:
1. La democracia de los trabajadores. Hacer un hecho y no sólo palabra, el que todo el poder debe estar en las bases. Los dirigentes tenemos que estar subordinados a las decisiones de las asambleas. Para que eso sea un hecho cotidiano, es perentorio promover, la politización, es decir, hacer posible el acto de pensar y actuar de todos los trabajadores y trabajadoras.
2. La Identidad de clase. Tener conciencia de que somos la clase social productora/transformadora de toda la producción de la riqueza de la sociedad y de que todavía estamos en una sociedad que está dividida en clases, en donde los dueños de los medios de producción se apropian de la mayor parte de la ganancia de nuestro trabajo. Mientras los patronos se enriquecen nosotros somos explotados y hasta nos someten a la pobreza, condenándonos en todo el planeta (somos una clase internacional) a millones de hermanos de clase hasta a la privación del derecho al trabajo
A partir de tener claros esos valores podemos hacer y revalorizar estos y otros postulados que deben guiar al movimiento sindical venezolano:
• Que las organizaciones sindicales deben ser independientes y autónomas del imperialismo, el estado, el gobierno, los patronos y los partidos políticos. A su vez, los sindicatos afiliados a la UNT deberán tener también su propia autonomía respecto a la misma UNT.
• Rechazamos que los representantes sindicales de la UNT tengan doble función: representantes del Estado, del patrón y a la vez representantes sindicales.
• Defender incondicionalmente los derechos de los trabajadores por sobre todas las otras cosas para garantizar a trabajadoras, trabajadores y a toda la sociedad una vida en condiciones dignas.
• Luchar sin vacilación en defensa de las conquistas políticas, democráticas y sociales expresadas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como lo son: las libertades públicas y sindicales; la soberanía nacional y la autodeterminación; la justicia y la igualdad social; la democracia participativa, protagónica y los derechos humanos.
• Defender el respeto a la libre organización sindical y a la democracia de los trabajadores sin discrimi-nación por diferencias políticas de razas, sexos, género o creencias religiosas.
• Que los dirigentes sindicales y sus organizaciones deben rendir de forma periódica y transparente cuentas de sus funciones y hacer con carácter obligatorio la declaración jurada de bienes.
• Impulsar la creación de nuevas estructuras sindicales que busquen el fortalecimiento de los trabajadores por rama de actividad económica y federaciones sectoriales.
• Desarrollar la sindicalización y/o organización de los trabajadores y trabajadoras de la economía informal, a las trabajadores y trabajadoras de hogares y a todos los empleados de centros de trabajo en donde haya menos de 20 asalariados que ahora no tienen derecho de sindicalización, a los jubilados e incapacitados y discapacitados, a los trabajadores rurales e indígenas.
• Impulsar la creación de una nueva organización continental de los trabajadores y reorganizar o fundar una organización unitaria mundial del movimiento sindical.
• Promover los valores éticos y morales en la vida cotidiana del movimiento sindical y sus dirigentes. Someter a referendos revocatorios la gestión de los directivos sindicales, juzgar y condenar a través de los Tribunales Disciplinarios, Comisiones de Control de las organizaciones sindicales y Tribunales especiales de trabajadores y trabajadoras a los dirigentes acusados o calumniados y que sean hallados culpables de violar estos valores éticos sindicales.
• Elevar el nivel cultural y político de nuestra clase y sus dirigentes, mediante escuelas de capacitación, cursos y campañas, par lo cual la UNT debe crear centros, escuelas y universidad de capacitación socio-política nacional, regional y parroquial, garantizando los medios necesarios para su buen funcionamiento. Estos cursos o carrera deberán especializar a los trabajadores en temas como salud ocupacional, cooperativismo, cogestión, gestión comunitaria y otras.
• Luchar por una buena situación económica y social de los trabajadores y trabajadoras, mediante mejoras salariales y otros beneficios económicos, garantizando igualdad en la distribución de la riqueza producida y del abaratamiento del costo de la vida.
• Estar vigilante y promover una acertada política de Seguridad Social Integral que de acceso de inmediato a un servicio de salud, hospitalización, maternidad y fondos de retiros dignos, al derecho obligatorio de viviendas confortables y a la garantía anual de recreación.
• Reclamar el mejoramiento de los servicios públicos y estar vigilantes para que se imparta un sistema educativo en donde los trabajadores y estudiantes tengan control de los programas de estudios y los presupuestos.
• Luchar por una nueva Ley del Trabajo y otras nuevas leyes que permitan el disfrute de mejores condiciones de trabajo, rescatar la retroactividad de las prestaciones sociales y bienestar social que esté acorde con la sociedad de justicia social que pregona la Constitución Bolivariana, por lo que la UNT debe iniciar una campaña por la Constituyente Sindical que nos permita participar y hacer propuestas para la nueva ley y hacerle el seguimiento a las mismas para su aprobación y cumplimiento.
• Hacer respetar la prevención del medio ambiente de trabajo, asegurándose la salud a trabajador y trabajadora, garantizando el cumplimiento de las normas ecológicas en los ambiente de trabajo y en todo los espacio geográficos.
• Promover la participación de los trabajadores en la gestión, cogestión y autogestión de las empresas y ministerios, e impulsar cooperativas agrícolas, pecuarias, pesqueras, agroindustriales, mineras, de servicios.
• Condenar y luchar contra todo signo de explotación, discriminación y opresión hasta alcanzar una sociedad igualitaria que dignifique a todo los seres humanos en nuestros países y en los demás países del mundo.
• Apoyar los procesos de liberación nacional e independencia política de los pueblos que lucha contra las dictaduras, contra los sistemas explotadores y que opriman opinión política, razas o religiones, declarando irreconciliable contra el sometimiento imperialista. Rechazando cualquier agresión o invasión contra cualquier país independiente.
• La UNT deberá ser más vigilante en los nombramientos de los directores laborales, luchando para que se cumpla lo establecido en la ley y sean así los trabajadores mismos a través del voto universal y secreto los que nombren a los directores laborales.
• La UNT y sus sindicatos deberán siempre contar con un fondo de solidaridad y de pro-huelga, los cuales deben servir para apoya las luchas de los trabajadores.
• La UNT deberá luchar por el cumplimiento de todas las providencias administrativas que garantiza el reenganche, sueldos y salarios caídos.
• Luchar porque el Decreto Nacional de Aumento Salarial sea extendido a todos los trabajadores del sector público.
• Luchar para que las gobernaciones y alcaldías paguen el aumento presidencial, así como la cesta-ticket sea pagado como se paga a los trabajadores a nivel nacional.
• Luchar para que las cooperativas no se conviertan en un nuevo modelo de explotación y que éstas a su vez no sean utilizadas por la burocracia de las empresas del Estado para bajar costos operativos, la corrupción, la tercerización y no se conviertan en un instrumento para promover la privatización.
• Hacer el seguimiento para que se cumpla de forma estricta los decretos de Inamovilidad Laboral y Solvencia Laboral. Los trabajadores y nuestras organizaciones debemos ejercer la contraloría social para evitar que los empresarios y funcionarios del Estado desconozcan estas directivas presidenciales.

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