Disuelta la PTJ de Bolivia por corrupción

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La Paz, 19 abr. - La Policía Técnica Judicial (PTJ) de Bolivia amaneció cerrada hoy, por la decisión gubernamental de disolverla por corrupción, medida respaldada por el defensor del pueblo, Waldo Albarracín.

El importante cuerpo, equivalente de la policía de investigaciones en otros países, atendió solamente temas muy urgentes o los derivó a otras dependencias, a la espera de reabrir mañana con nuevo personal.

A puerta cerrada, un equipo de oficiales interventores rigurosamente seleccionados realizaba los trámites de retiro o redistribución del personal en otras dependencias y la rápida organización de una nueva unidad de reemplazo.

Similar situación se observó en las oficinas de la PTJ de todo el país y la súbita intervención sorprendió a los agentes de ese cuerpo.

Tras el relevo total de sus efectivos, la PTJ, por sus problemas de corrupción, será reemplazada por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crímen (FELCC), según confirmó la ministra de Gobierno (Interior), Alicia Muñoz.

Al respaldar la medida, el magistrado Albarracín dijo que la PTJ tenía graves problemas de ineficiencia y corrupción y no atendía las necesidades ciudadanas en materia de investigación de delitos.

Consideró que, dentro del cambio estructural anunciado por el gobierno, se debe mejorar la calidad profesional del personal policial, en algunos casos calificado y en muchos empírico y sin la formación y los medios necesarios para las tareas incestigativas.

Encuestas realizadas por radioemisoras locales verificaron también un amplio respaldo ciudadano a la medida, debido a que la PTJ se había convertido en uno de los emblemas de la corrupción que desgarra a la Policía y que el gobierno se propone combatir

Muñoz adelantó que la nueva FELCC tendrá una estructura con departamentos nacionales de Análisis Criminal de Inteligencia, Planeación Policial, Servicios Administrativos, Policía Técnica Científica, Manejo y Control de Crisis, Control del Crimen Organizado y Control de Delitos Comunes.

La medida fue decidida tras comprobarse vínculos del subteniente de la PTJ Paolo Santos Mengoa con una banda de secuestradores que dio muerte a los turistas austriacos Katharina Koller y Peter Kirsten Rabitsch, secuestrados en enero pasado.

El oficial tuvo contactos telefónicos con el jefe de la organización criminal, Ramiro Milán, en los días del secuestro, y alega que llamó a este para indagar sobre un caso de robo y sin saber que era el secuestrador de los austríacos.

Muñoz y el jefe de la Policía, general Isaac Pimentel, deploraron también la ineficiencia de jueces y fiscales que dieron libertad a Milán en 2005.

En esa oportunidad, el delinciente fue detenido por un rapto similar, con fines de extorsión, de dos policías franceses que visitaban como turistas la sureña ciudad de Sucre.

Las exacciones a turistas son denunciadas desde hace al menos una década y en las acciones, invariablemente, participan elementos que se presentan como policías, dicen detener a las víctimas por diversos motivos y actúan con aparente garantía de impunidad.