Caracas, 08 Abr. (ABN).- El canciller encargado y viceministro para el Medio Oriente, Asia y Oceanía, Alcides Rondón, aseveró que, si Estados Unidos opta por restringir los movimientos del embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez, el país tendría que optar por responder con una medida recíproca de manera inmediata.
En rueda de prensa celebrada este sábado en la sede de la Cancillería, Rondón respondió al portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Sean McCormack, quien refirió que de repetirse agresiones contra el personal diplomático estadounidense en Venezuela, se restringirían los desplazamientos del embajador Alvarez en Washington.
Estas declaraciones se producen luego de que se registraran, este viernes en horas del mediodía, manifestaciones protagonizadas por trabajadores y habitantes de una zona popular del suroeste de la capital venezolana contra el embajador estadounidense en Caracas, William Brownfield.
El diplomático fue abucheado cuando acudió al sector para realizar un donativo a un equipo de béisbol menor en el Polideportivo Andrés Miranda, en la Parroquia Coche.
El canciller encargado señaló que no cree que sea del interés del Gobierno de EEUU el restringir los desplazamientos del representante de la misión venezolana, tal como también lo propuso el subsecretario de Estado de ese país, Nicholas Burns.
Recordó que, este viernes por la tarde, el embajador venezolano fue llamado por Burns, quien le hizo una protesta verbal al respecto. Sin embargo, Alvarez fue contundente al plantear cuáles fueron los asuntos que tenían que ver en torno al incidente que se presentó en el Polideportivo en Coche.
Alcides Rondón reiteró el firme propósito del Gobierno Nacional de honrar sus compromisos como integrante de la comunidad internacional, particularmente aquellos que se derivan de los acuerdos internacionales, como es el caso de la Convención de Viena, de la que Venezuela es signataria.
Reafirmó la vocación pacífica e integracionista del proceso político venezolano e ideales de convivencia, hermandad y solidaridad que caracterizan al pueblo venezolano.
Asimismo, indicó que el Gobierno Nacional es observante de la normativa internacional y, en consecuencia, garantiza a los miembros del cuerpo diplomático la libertad de circulación y de tránsito por el territorio venezolano, tal como lo establece el artículo 26 de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
En cuanto a la protección física del embajador, aclaró que la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) encargó a un equipo de funcionarios entrenados esta función.
No obstante, días antes del 10 de febrero pasado, fecha en la que fue expulsado el agregado militar estadounidense, Jhon Correa, el grupo de escoltas asignado al diplomático fue desalojado de la embajada, retirándosele el pase interno por instrucciones del jefe de Seguridad de la misión de EEUU.
A partir de ese momento, el grupo de escoltas permanece estacionado en el anillo exterior de la embajada, junto con la Policía Metropolitana y los efectivos de la Guardia Nacional, y cada vez que la caravana se mueve con el embajador, éstos se suman a la misma a pedido del jefe de Seguridad de la embajada, dijo Rondón.
«Desde entonces la agenda del embajador no es del conocimiento de nuestros organismos de seguridad», reiteró.
Hizo hincapié en que desde el punto de vista del análisis que realizó el Ministerio de Relaciones Exteriores, la visita del embajador obedeció al momento menos oportuno, ya que estaba planteado un conflicto entre dos partes interesadas por el control del campo deportivo, razón fundamental por la que un representante de la Alcaldía Mayor y un grupo de habitantes y trabajadores del sector manifestara en su contra.
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