Bachelet asume el poder en Chile

La pediatra socialista pretende imponer un estilo de gobierno que escuche a la gente y promueva la paridad entre las mujeres y los hombres en su país

"Creo que acá no hay un eje del mal de ciertos gobiernos y un eje de los que pudieran ser democráticos. Las amenazas no son las personas, que por lo demás están siendo elegidas por sus ciudadanos".

Santiago. Michelle Bachelet, médica pediatra y socialista, asume hoy la Presidencia de Chile decidida a proyectar a la mujer chilena a un sitial de igualdad con el hombre.

En una ceremonia en el Congreso ante unos 30 mandatarios extranjeros, además de la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, recibirá el mando del también socialista presidente Ricardo Lagos.

Con un gran carisma entre la gente, Bachelet enfrentará el desafío de recibir el poder de Lagos, quien concluye su gestión de seis años con una popularidad de 70% y elegido, por un grupo de historiadores, como el mejor mandatario en la historia del país.

Bachelet, quien es la primera mujer en ocupar la Presidencia de Chile, se propone imponer un nuevo estilo de gobierno escuchando las demandas de la gente.

Su antecesor señaló que la llegada de Bachelet al poder es el reflejo del gran cambio cultural que enfrenta Chile, un país considerado conservador.

En sus primeros 100 días de gobierno Bachelet se ha comprometido a realizar 36 medidas, fundamentalmente sociales, como la gratuidad de salud a mayores de 60 años y aumento de las pensiones mínimas.

Bachelet iniciará el cuarto gobierno de la coalición de la Concertación de Partidos por la Democracia, que llegó al poder en 1990 tras la restauración de la democracia.

El juramento de Bachelet se realizará en Valparaíso, a 120 kilómetros de Santiago, donde tiene su sede el Congreso.

Luego de la ceremonia, Bachelet agasajará con un almuerzo a los mandatarios en la residencia presidencial veraniega de Cerro Castillo, en el balneario de Viña del Mar.


Vigilancia activa

Las ciudades chilenas que servirán de escenario cuentan con la presencia de un fuerte dispositivo de seguridad desde la noche del pasado jueves.

Las autoridades han desplegado a más de 3.000 agentes que velarán por la seguridad tanto en Santiago como en Valparaíso y acompañarán a los altos dignatarios extranjeros invitados.

En este sentido, el ministro del Interior saliente, Francisco Vidal, aseguró que "todo dignatario extranjero que pise suelo chileno para concurrir a acompañarnos en esta fiesta democrática tiene la certeza de que la policía chilena, tanto uniformada como civil, como el Ministerio del Interior generarán las condiciones para que esto se desarrolle en la más absoluta normalidad".

Según la prensa local, algunos dignatarios, como la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, cuentan con la presencia de un equipo especial de seguridad.


Escenario regional

Las líneas generales de la política exterior de Bachelet incluyen la promoción del "multilateralismo, el respeto al derecho internacional, la solución pacífica de las controversias, la intangibilidad de los tratados y la promoción del derecho internacional humanitario", según su plan de gobierno.

La agenda internacional de Bachelet va desde la recomposición de los lazos con Bolivia, el mantenimiento del suministro de gas por parte de Argentina, hasta la conservación de los actuales límites marítimos de Chile con Perú.

Además, pretende resguardar buenas relaciones con otros países, como Brasil, Colombia, Ecuador, México o Uruguay.

Su programa de gobierno dice que la política exterior "tendrá como centro de gravedad y sello la promoción de una identidad regional común en América Latina".

Dentro de este contexto, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, dijo que el inicio de la era Bachelet es un "maravilloso momento" en la historia y que Estados Unidos espera seguir disfrutando con ella "las excelentes relaciones" que ha tenido con el presidente Ricardo Lagos.

Asimismo, Rice advirtió sobre la necesidad que tiene EEUU de consolidar un frente internacional contra el populismo alentado por el presidente venezolano Hugo Chávez.

Pese a que Chile ha sido elogiado por Washington por su apertura económica y democracia, algunas decisiones de su política exterior han desagradado a EEUU, por ejemplo, su rechazo a la guerra de Irak en Naciones Unidas.