El jefe de las Fuerzas Armadas se desplazó al lugar del incidente para dirigir las operaci
Al menos 24 soldados y tres suboficiales del Ejército resultaron muertos este martes tras ser emboscados por milicianos de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Este
es el peor golpe que sufren las Fuerzas Militares a manos
de los rebeldes durante el Gobierno del presidente Álvaro
Uribe, quien asumió su cargo en 2002.
El ataque se registró cerca al municipio de Vista Hermosa, en
el departamento del Meta, 190 kilómetros al sur de Bogotá, en
donde tropas del Ejército prestaban seguridad a operaciones de
erradicación manual de cultivos de hoja de coca, materia prima
de la cocaína.
El Ejército acusó del ataque a las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal grupo rebelde
izquierdista que cuenta con unos 17.000 combatientes.
"Tres suboficiales y 21 soldados orgánicos de la brigada móvil
número 12 (...) fueron asesinados por las FARC", dijo a
periodistas el segundo comandante del Ejército, general Alonso
Ortiz.
Este ataque es el más grave en cuanto al número de integrantes de las fuerzas públicas muertos en lo que va de la presidencia de Álvaro Uribe.
El incidente ocurre mientras
están en curso diálogos preliminares para abrir
negociaciones entre el gobierno y las FARC -el mayor grupo
guerrillero izquierdista del país- sobre un eventual
intercambio de prisioneros.
Un portavoz del Ministerio de Defensa colombiano dijo al
corresponsal de la BBC en Bogotá, Hernando Álvarez, que los
efectivos murieron al ser alcanzados por explosiones en
la vereda Playa Rica, en el departamento de Meta.
Aparentemente los militares se encontraban trabajando en un
proyecto de erradicación de sembradíos de coca en el pueblo de
Vista Hermosa, unos 200 kilómetros al sur de la capital
colombiana.
La zona del ataque
históricamente ha sido controlada por las FARC, y en la
misma el Ejército realiza una fuerte ofensiva con el objetivo
de desalojar a los guerrilleros y destruir extensas
plantaciones de hoja de coca.
El Ejército no suministró detalles del ataque, que se produjo
de madrugada.
El comandante de esa fuerza
general Reinaldo Castellanos viajó a la zona, donde
continúan los combates y en la que aviones y helicópteros
militares bombardearon posiciones rebeldes en medio de la
selva.
Las FARC reactivaron desde comienzos de este año sus acciones
en todo el país tras una prolongada inactividad, considerada
por analistas como un repliegue estratégico para soportar una
ofensiva ordenada por Uribe.
Los ataques de esa guerrilla han dejado unos 400 efectivos de
las fuerzas armadas muertos en lo que va de 2005.
Se espera que el presidente Álvaro Uribe, quien probablemente
busque su reelección en los comicios del año próximo, exija
una enérgica respuesta de los militares.
Uribe fue elegido hace casi cuatro años en buena medida debido
a su postura de actuar con mano dura contra los rebeldes.
Uribe, quien llegó el poder en
2002 con la promesa de derrotar a la guerrilla, ordenó
una dura ofensiva contra los rebeldes que incluye el aumento
del gasto bélico y de efectivos.
La estrategia permitió al Gobierno recuperar el control de
extensas zonas montañosas y selváticas dominadas por años por
grupos armados ilegales, en medio del conflicto interno de más
de cuatro décadas que deja miles de muertos al año.
Los recientes reveses de las fuerzas armadas a manos de la
guerrilla desataron fuertes interrogantes a la política
de seguridad de Uribe, quien se presenta a la reelección en
2006.
Pero tras algunos éxitos iniciales de las Fuerzas Armadas, la guerrilla pareció haberse adaptado a las nuevas condiciones y ha venido propinando severos ataques contra los militares y las fuerzas policiales.
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