Washington, 28 dic (PL)El Superintendente de la policía de Nueva Orleans,
Warren Riley, justificó que agentes bajo su mando balearan a un afro-americano
en esa ciudad, incidente que genera hoy reacciones en medios
noticiosos.
Varias cadenas de televisión estadounidenses repiten imágenes del
hecho, captadas por la WWW-TV, en las cuales se aprecia a 15 policías con sus
armas desenfundadas, apuntando a una persona que porta un cuchillo y trata de
alejarse de los agentes.
En declaraciones a la CNN el abogado Robert Jenkins
consideró que los policías hubiesen podido neutralizar a Anthony Hayes, de 38
años de edad, sin tener que emplear sus medios letales.
No obstante, el
Superintendente Riley alegó que los oficiales habrían traicionado su
entrenamiento si en una situación como esa hacen disparos no letales.
La
policía se prepara para hacer frente a hombres con armas blancas "con empleo de
fuerza mortal, no se adiestra para desarmar sospechosos en combate cuerpo a
cuerpo", manifestó el funcionario.
Aunque las televisoras no transmitieron el
momento en que Hayes resultó baleado la víspera, testigos aseguran que fueron
varios los proyectiles utilizados. Según versiones, en la escena se halló una
decena de casquillos vacíos.
El incidente ocurrió cuando el sujeto
aparentemente golpeó a un empleado de una farmacia y fue rodeado por fuerzas del
orden.
La muerte violenta de Hayes reverdeció las críticas a la policía de
Nueva Orleans, cuestionada también por la paliza que agentes blancos propinaron
a un anciano negro en octubre último.
Robert Davis, de 64 años, fue golpeado
repetidamente en la cabeza, pese a que no ofreció resistencia a su
arresto.
El hombre, maestro retirado de escuela elemental, había vuelto a
Nueva Orleans para apreciar el estado de su vivienda tras el paso del huracán
Katrina.
"Davis sólo estaba buscando cigarrillos cuando fue golpeado y arrestado", manifestó su abogado defensor.
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