La patente del frijol mexicano denominado enola, registrada hace seis años por el estadunidense Larry Proctor, quien pretendió cobrar regalías a los agricultores nacionales que la usaban, fue rechazada el 21 de diciembre por la oficina de patentes y marcas registradas de Estados Unidos en Washington. Esta no es una resolución definitiva y el presunto dueño puede llevar su caso a una corte superior de apelaciones.
Este caso comenzó en 1999, luego de que Proctor se llevó granos de México y los sembró en Colorado, Estados Unidos, para luego registrar la variedad de frijol con la patente 5,894,079. Hace cinco años el Centro Internacional de Agricultura Tropical y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) presentaron una apelación legal contra la patente del frijol, luego de que el Grupo ETC la denunció como un caso de "biopiratería de frijoles mexicanos" y pidió que fuera objetada y revocada.
Entonces comenzó un proceso que aún no se resuelve, lo cual "demuestra que las apelaciones legales en cuestiones de propiedad intelectual no son viables para corregir los abusos que se cometen en el sistema de patentes", señaló el Grupo ETC.
Precisó que hay un acuerdo unánime de que el frijol es "genéticamente idéntico a una variedad mexicana que se conocía anteriormente. La patente también es inaceptable desde el punto de vista moral, pues depreda el conocimiento y los recursos genéticos de los pueblos indígenas y comunidades agrícolas, los verdaderos innovadores de los frijoles amarillos mexicanos".
Señaló que, pese a la apelación legal, el sistema de patentes de Estados Unidos permitió al dueño aprovechar retrasos burocráticos para extender legalmente su monopolio sobre una variedad de frijol de origen mexicano durante más de seis años, lo cual es casi una tercera parte del término de 20 años que tiene esa patente.
El Grupo ETC recordó que "armado con su patente de Estados Unidos y un certificado de derechos de obtentor, Proctor acusó a los agricultores mexicanos de infringir su monopolio porque vendían frijoles amarillos en Estados Unidos. Los cargamentos fueron detenidos en la frontera norte de México y los agricultores mexicanos perdieron importantes mercados".
Además, Proctor presentó demandas legales contra compañías de semillas y agricultores en Estados Unidos, acusándolos de que violaban sus derechos monopólicos, pues vendían o cultivaban frijoles amarillos.
El pasado 14 de abril, la oficina de patentes publicó su "rechazo definitivo", pero a la vez dio al "inventor" seis meses para preparar y tramitar una solicitud de extensión del periodo de revisión de la patente.
Proctor tramitó su solicitud el 14 de octubre y obtuvo un nuevo plazo de tres meses; el pasado 21 de diciembre la oficina de patentes publicó otro "rechazo final" en respuesta a las enmiendas de Proctor. "Pero ése no es todavía el final de la historia: Proctor podría tramitar una o más prórrogas o llevar su caso a una corte superior de apelaciones", advirtió el Grupo ETC.
La organización señaló que en 2003 los genetistas practicaron una prueba genética de las "huellas digitales" del frijol enola y encontraron que su reclamo de novedad era espurio, ya que es idéntico a cultivos mexicanos que existen hace mucho.
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