Caracas, 26 dic (PL) La identificación de un oficial
estadounidense que participó en una reunión conspirativa, ratificó el criterio
de quienes esperan un recrudecimiento de las presiones de Washington contra
Venezuela en 2006.
Según la cadena multiestatal Telesur, un mayor de la
agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) de apellido
Thomas y de origen peruano, se reunió recientemente en Bogotá con ex militares
golpistas venezolanos.
Una fuente que prefirió el anonimato informó que
Thomas estuvo presente en un encuentro en la sede de la Dirección de
Administración y Seguridad (DAS) de Colombia, donde también se filmó un video
luego exhibido por un canal estadounidense.
La revelación confirmó
acusaciones de autoridades venezolanas sobre la participación de Estados Unidos
en planes subversivos para derrocar el gobierno del presidente Hugo Chávez, ante
la imposibilidad de la oposición de derrotarlo electoralmente.
Precisamente,
la proyección de las elecciones presidenciales en diciembre de 2006, apuntan
hacia la posibilidad de un incremento de las acciones anti-venezolanas, en las
que aparecen involucrados un sector de la oposición, ex militares y Estados
Unidos.
Al denunciar un complot terrorista durante los comicios
parlamentarios del pasado 4 de diciembre, legisladores venezolanos expusieron
grabaciones en las que los complotados hablan de la utilización de la valija
diplomática estadounidense.
Las mismas fuentes aseguraron que el centro
financiero del abortado plan -cuyo costo fue estimado en 15 mil muertes, de
haberse producido- se halla en territorio norteamericano, desde donde también se
organizan las acciones subversivas.
Las denuncias no son nuevas, pues se
conoce la participación de militares estadounidenses en el golpe de estado de
abril de 2002, que apartó brevemente del poder a Chávez.
En relación con las
reuniones conspirativas en Colombia, donde se encuentra el presidente de facto
durante el golpe de estado, el empresario Pedro Carmona, Chávez había entregado
las pruebas al presidente colombiano Alvaro Uribe en un encuentro reciente.
Posteriormente Uribe reconoció la utilización para la reunión de una sede
oficial, con la presencia de Néstor González, un ex general venezolano
participante en el golpe de estado contra Chávez.
El propio González apareció
en un video, mostrado por una televisora estadounidense, en el cual expresó
mensajes insurrecciónales.
Al gran respaldo popular de Chávez se suma el
creciente apoyo internacional y avances considerables en la economía interna,
que conjugados con la desmoralización de la oposición, hacen previsible un nuevo
triunfo electoral del Jefe de Estado en 2006.
Ante la falta de alternativas
para derrotarlo democráticamente, sectores oficiales han advertido de un
probable incremento de acciones desestabilizadoras de un sector radical de la
oposición con el respaldo del Gobierno de George W. Bush.
La presencia del mayor Thomas en la reunión conspirativa evidencia, coincidentemente, que Washington mantiene la apuesta a la carta marcada de la subversión, en un contexto en que derrotar a Chávez por vías democráticas resulta cada vez más improbable
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