Washington, 17 mar (PL) El grupo estadounidense General Motors, principal fabricante de vehículos en el mundo, enfrenta hoy el pesado lastre de los números rojos tras elevar a 10 mil 600 millones de dólares las pérdidas en el 2005.
Esa cifra, indicaron fuentes del sector, representa un incremento de dos mil millones respecto al estimado precedente y obedece a una serie de factores adversos, entre ellos la caída de las ventas en el mercado norteamericano.
Asimismo, se incluyen la quiebra de Delphi Corporation, ex subsidiaria de General Motors especializada en piezas e insumos, y los problemas de su filial financiera GMAC.
La empresa, considerada una de las tres "grandes de Detroit", elevó además hasta los mil 700 millones de dólares los costos de un severo programa de reestructuración, el cual contempla la eliminación de 30 mil empleos y el cierre de una docena de plantas de ensamblaje.
Ese panorama, señalaron analistas, muestra la realidad de esa industria en el país, enfrentada a fuertes presiones de sus rivales asiáticos, que ganan espacio entre los consumidores nacionales.
Los datos más recientes revelan que el sector está involucrado en una profunda transformación, marcada por una mayor presencia de los fabricantes asiáticos y la pérdida de posiciones para los gigantes locales del sector.
En ese sentido, destaca el reciente anuncio de las compañías Toyota (Japón) y Kia (Sudcorea) de abrir nuevas plantas de ensamblaje en territorio norteamericano.
La noticia contrasta precisamente con la estrategia de ajuste lanzada por General Motors y Ford.
Las señales favorables a las compañías asiáticas se apoyan en una mayor demanda de automoviles con una tecnología que apuesta por la eficiencia en el consumo de combustible, tema esencial con los precios del crudo superiores a los 50 dólares el barril.
viernes, marzo 17, 2006
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