martes, abril 11, 2006

Vicepresidente acusa a EE.UU. de gestar golpe de Estado del 2002

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Caracas, 11 abr. - El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, acusó hoy al gobierno norteamericano por dirigir y gestar el golpe de Estado que en 2002 sacó por breve tiempo de su cargo al mandatario Hugo Chávez.

Rangel aseguró que la acción fue dirigida por Estados Unidos a través de su embajada en Caracas, "secundada en su felonía por militares traidores y grupos empresariales".

"Si no hubiera sido por la representación del señor (George W.) Bush posiblemente no se hubiera dado el golpe, por eso es una alerta en el sentido de que nunca jamás debemos estar desprevenidos y no nos podemos volver a dejar sorprender", afirmó.

Rangel inauguró este martes aquí un monumento "Entre el Grito y el Silencio" en el emblemático Puente Llaguno, donde hace cuatro años cayeron gran cantidad de venezolanos por francotiradores pagados por los golpistas.

"Venimos a testimoniar el dolor por la muerte de compatriotas, opositores y chavistas, y a reiterar el sentido del amor y la dignidad de un pueblo", aseveró.

A juicio del vicepresidente, la acción de las masas en el escenario de Puente Llaguno impidió "que la siniestra maniobra del fascismo llegara a consolidarse" y sirvió, dijo, para que el pueblo se recuperara y contragolpeara el 13 de abril.

"Hoy es más fuerte la alianza cívico-militar, no tenemos militares traidores y contamos con un pueblo mas consciente y certero en sus análisis y un dirigente de la estatura de Hugo Chávez", aseveró.

Rangel llamó a estar alertas ante las maniobras de una oposición que se niega a ser respetuosa y democrática y, por el contrario, es aventurera y llena de tahures.

"Muchas son las enseñanzas del 11 de abril, políticas sociales, éticas y morales, y nos congrega el inmenso amor por Venezuela, que tiene que ser de todos los venezolanos en función de la transformación social y economía", aseveró.

La obra inaugurada, del escultor Carlos Prada, está conformada por un grupo escultórico de siete figuras que representan los caidos, la piedad, el grito, el dolor, el llanto, la angustia y la impotencia.

Estas esculturas fundidas en bronce se apoyan en dos cilindros-engranajes, que representan el avance y el movimiento de la vida y en su totalidad alcanza una altura de 4,20 metros.



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