El Gobierno francés aprueba la supresión del estado de emergencia

El Gobierno francés aprobó este martes un decreto que levanta el estado de emergencia implantado el 8 de noviembre ante la ola de violencia callejera en los barrios pobres de las grandes ciudades, informaron fuentes gubernamentales. Como adelantó la presidencia, entrará en vigor el miércoles.

Este estado de excepción expiraba teóricamente el 21 de febrero, pero su fin se ha adelantado vista la calma reinante en las últimas semanas. "El presidente de la República (Jacques Chirac) recibió esta mañana al primer ministro (Dominique de Villepin) para hacer un balance de la situación. Tras esta reunión, decidió poner fin al estado de emergencia a partir del 4 de enero", anunció el palacio del Elíseo el lunes por la noche en un comunicado.

El mandatario tomó esta decisión una vez pasadas las fiestas de fin de año, en las que el Gobierno temía un rebrote de la violencia, pero en las que no hubo que destacar más incidentes que los registrados en ocasiones anteriores. Desde hacía semanas, numerosos juristas y organizaciones sociales pedían el fin de este estado de excepción ya que según ellos instauraba peligrosas medidas represivas y no podía mantenerse únicamente "por si algo ocurría de nuevo".

A finales de octubre, dos jóvenes de Clichy sous Bois, localidad a las afueras de la capital, fallecieron electrocutados al huir de la policía y refugiarse en un transformador. A partir de aquel día y durante tres semanas, Francia se vio sacudida por una revuelta que se extendió como un reguero de pólvora desde las afueras de París a otras regiones del país.

Miles de jóvenes, la mayoría de origen magrebí o del África subsahariana, acabaron detenidos y cientos de vehículos, establecimientos públicos y comercios fueron incendiados. La ola de violencia, que ocupó las primeras páginas de la prensa internacional mostró un lado desconocido de Francia: el de la marginación, el racismo y la pobreza que sufren una parte de sus habitantes.

El 9 de noviembre el gobierno decretó el estado de emergencia y el 21 de noviembre se decidió prorrogarlo por otros tres meses. Este estado permite una presencia de las fuerzas del orden excepcional, así como controles suplementarios y la instauración del toque de queda, una medida que no se aplicó en ningún momento.