DEA cede y acepta acuerdo antidrogas con Venezuela

“Le quitamos el carácter operativo de la DEA en Venezuela y nos embarcamos en lo que tenemos con los 42 convenios adicionales con otros países, que es cooperación en el área de información o lo que es inteligencia, cooperación en el área de entrenamiento y cooperación tecnológica. Le entregamos esos papeles de trabajo a la embajada norteamericana el 9 de diciembre”, indicó Correa.

Desde Washington

El presidente Hugo Chávez, a mediados del año 2005, ordenó suspender el convenio con la DEA y propuso la creación de uno nuevo.

Las razones obedecían, según argumentó Correa, a que con el anterior había violaciones a la soberanía nacional.

Citó que, por ejemplo, se permitían sobrevuelos de naves norteamericanas en suelo venezolano y que buques de guerra estadounidense pasaran a territorio venezolano para hacer capturas en aguas venezolanas.

El Jefe de Estado ya había afirmado que “infiltraciones de inteligencia amenazaban la seguridad y defensa del país”, pero reiteró —en aquel momento— su deseo de “mantener la cooperación pese a las discrepancias (...), porque el combate del narcotráfico es una lucha común”.

“La idea de trabajar en un convenio nuevo le gustó a Estados Unidos, y a finales de octubre enviamos la propuesta y la respuesta que obtuvimos de la embajada fue que los trámites burocráticos internos norteamericanos eran muy densos y que eso implicaba que tenían que ir al Departamento de Estado y posteriormente a la Cámara de Senadores, donde todos los senadores tenían que aprobar ese convenio y eso tardaría muchos meses”, explicó Correa.

Es aquí donde hacen la sugerencia de usar el antiguo acuerdo de 1978, sin embargo, “el 16 de diciembre pasado —señala Correa— me responde el jefe de la Oficina Antinarcóticos de la embajada norteamericana y me dice que hay cambios desde Washington”.

Los cambios incluían “tres puntos álgidos”, de acuerdo con la autoridad de la Conacuid.

Son ellos, que quien presida la reunión entre Venezuela y Estados Unidos sea el presidente de la comisión contra la delincuencia organizada y eso aquí no existe; el segundo punto que Venezuela autorice entregas controladas que es algo que está prohibido en la legislación venezolana”.

La última solicitud que hizo la DEA fue que parte de los miembros de ese comité pudieran ser personeros del Departamento del Estado y Departamento de Defensa, a lo que Correa detalló: “Con el Departamento de Estado no tenemos ningún problema porque al final la DEA y el FBI pertenecen a ese departamento, pero cuando se habla de Departamento de Defensa supone la entrada de militares otra vez en territorio venezolano con la excusa de que van a hacer trabajos de drogas”.

Aceptación

Correa precisó que el pasado lunes 9 se discutió con los Estados Unidos sobre esos tres puntos y “justamente hoy (ayer) tuve una llamada donde las autoridades norteamericanas me dicen que no hay ningún problema y que están esperando simplemente que Washington diga por escrito que están de acuerdo y con ello se espera que la semana que viene se firme el acuerdo”.

“La diferencia de idioma más la distancia que existe ha hecho que el tiempo de respuesta de la embajada norteamericana sea más que el tiempo de respuesta de nosotros”, dijo Correa.

Añadió que en el acuerdo con la DEA pedimos colaboración en el área de inteligencia, es decir, intercambio de información mutuo porque Estados Unidos es el mayor consumidor del mundo y por ello también es el mayor traficante, porque la droga es un negocio de oferta y demanda”.

A juicio de Correa, con la DEA debe existir reciprocidad, es decir, deben exigir lo mismo que ofrecen.

“Ellos montaron unas oficinas de inteligencia aquí debido a un convenio que firmó Mildred Carmero en el 2002 y que se los permitía. En esa oficina no sólo hacían trabajos de inteligencia sino que estaban haciendo grabaciones y operativos, funcionarios norteamericanos estaban haciendo allanamientos y detenciones a venezolanos, y eso lo prohíbe la legislación”.

CAPITALES

La lucha contra la legitimación de capitales ha reportado la siguiente recuperación:

30 mil hectáreas de tierras en producción.

25 mil cabezas de ganado vacuno

Residencias de lujo, maquinarias y equipos.

NEGADO

Venezuela rechazó la petición de Washington de incluir, en el convenio, la autorización de entregas controladas.
Tampoco aceptó que entre los funcionarios se incluyan miembros del departamento de Defensa de EE UU.