La Red por una América Latina Libre de Transgénicos (RALLT) informa que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar un estudio para evaluar la aplicación de la biotecnología moderna a la producción de alimentos y sus impactos en la salud. Señala RALLT que, lejos de ser un documento que alerte sobre los riesgos que los alimentos procedentes de organismos genéticamente modificados podrían tener en la salud humana, como le correspondería a la OMS, parece un panfleto publicitario de la industria biotecnológica. Entre las críticas al informe:
1. La falsa afirmación de que los OMG tienen el potencial de aumentar la productividad agrícola o de incrementar los valores nutricionales, no corresponde con la realidad.
2. La falsa afirmación de que cultivos transgénicos reducen el uso de químicos para la agricultura. La realidad es otra. Hasta el momento, los únicos productos transgénicos comerciales son aquellos derivados de cultivos que poseen resistencia a herbicidas y/o a insectos pero no se ha evaluado adecuadamente sus riesgos para la salud humana. Cultivos resistentes a insectos producen sustancias insecticidas que luego se consumen en el alimento. Los cultivos resistentes a plagas son en si plaguicidas y, en los cultivos tolerantes a herbicida, se multiplica el uso de herbicidas. En Argentina se hace un promedio de 2,3 aplicaciones de glifosato (herbicida al que la soya es resistente) por zafra. Se incrementa además el uso de insecticidas y funguicidas.
3. Se sostiene que los alimentos transgénicos han superado evaluaciones de riesgos rigurosas y es posible que no presenten riesgos para la salud humana. Es irónico que la OMS afirme esto poco después de que se dio a conocer una investigación hecha por la propia empresa Monsanto en la que se encontró que un maíz transgénica produjo lesiones en órganos internos de ratas de laboratorio, y cuando el Gobierno de Japón ha rechazado hasta el momento tres cargas de maíz procedente de EE UU por estar contaminado con el maíz Bt 10 que se ha demostrado no es apto para el consumo humano. No obstante, el en el informe se propone que los alimentos transgénicos no necesitan etiquetado porque han sido tan bien evaluados!
4. Se sostiene que la evaluación de riesgos experimenta mejoras continuas, y que la preocupación de los consumidores sobre OMG se debe a que desconocen estas evaluaciones. Sin embargo, en los EE UU, el primer productor y exportador de OMG en el mundo, las normas para aprobar nuevos OMG son cada vez más flexibles, y muchos han sido ya des-regulados.
5. Se promueve una armonización normativa de bioseguridad, lo que facilitará, para las empresas transnacionales, ingresar sus productos si todos los países se rigieran por normas homólogas.
Información: Véase critica completa en Boletín #142 de la RALLT. www.rallt.org
“Biotecnología Moderna De Los Alimentos, Salud y Desarrollo Humano: Estudio Basado En Evidencias www.who.int/entity/foodsafety/publications/biotech/biotech_en.pdf -
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