Caracas, 25 Ene. ABN.- El gobierno de Bolivia, a través de su vocero, Alex Contreras, aseguró que la polémica suscitada entre algunos familiares de militares que fueron renovados de la cúpula castrense “es un caso cerrado”, informó Prensa Latina.
Contreras ratificó la legalidad de la decisión del presidente, Evo Morales, de nombrar nuevos mandos, pues eso corresponde a sus facultades constitucionales y a su respeto por la institucionalidad militar.
Según Contreras, las Fuerzas Armadas han informado al Gobierno que en sus filas hay absoluta normalidad y aseveró que la renovación satisface a la mayoría de sus miembros.
Entretanto, el ministro de Defensa, Walker San Miguel, ratificó el carácter irreversible de la decisión presidencial.
San Miguel dijo que el Jefe de Estado habría respetado la sucesión jerárquica.
Asimismo indicó que el nombramiento del alto mando se produjo ante la desaparición de misiles HN-5 que fueron retirados de Bolivia por fuerzas estadounidenses.
También explicó que por este caso se observa e investiga un buen número de generales.
Entretanto, el fiscal general, Pedro Gareca, reveló que el ex jefe del Ejército, general Marcelo Antezana, uno de los 'purgados', dijo que en total fueron 41 los misiles entregados a Estados Unidos.
San Miguel calificó de injustificado el nerviosismo que ha generado el relevo de los altos cargos militares.
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