Washington 04 ene - El presidente estadunidense, George W. Bush, reunió el jueves en la Casa Blanca a una congregación sin precedentes de actuales y ex secretarios de Defensa y de Estado, mucho más amplia que su cerrado círculo de asesores, para solicitar consejos sobre los pasos futuros en Irak.
Este grupo de intelectuales de primer nivel de Washington incluyó a algunos de los más duros críticos de la política del gobierno estadunidense en Irak, entre ellos varios prominentes demócratas y republicanos.
"No todos en esta mesa están de acuerdo con mi decisión de ir a Irak, lo comprendo plenamente. Pero son buenos e íntegros estadunidenses que entienden que debemos tener éxito ahora que estamos allá", dijo Bush.
El presidente estuvo acompañado por el general George Casey, comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak, y por Zalmay Khalilzad, embajador norteamericano en Bagdad, para rendir informes detallados de la situación en ese país árabe ante más de 10 secretarios de Estado y Defensa de gobiernos anteriores, tanto demócratas como republicanos. La secretaria de Estado Condoleezza Rice y el secretario de Defensa Donald H. Rumsfeld expusieron igualmente la situación.
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