Bagdad 05 ene - Cerca de 115 iraquíes y cinco soldados estadunidenses murieron este jueves en Irak, la mayoría en atentados suicidas en Kerbala (sur) y Ramadi (oeste), lo que llevó a los dirigentes políticos de Bagdad a denunciar una campaña de terror vinculada con las elecciones.
En el más mortífero de los ataques, un kamikaze se hizo explotar en un centro de reclutamiento de la policía en Ramadi, un bastión rebelde sunita situado a 110 km al oeste de Bagdad, causando al menos 67 muertos.
Casi simultáneamente se produjo otro atentado suicida en medio de la muchedumbre en Kerbala, a 110 km al sur de Bagdad, cerca del mausoleo del imam Hussein, lugar de peregrinación chiíta.
"Hemos contabilizado por el momento 44 muertos y 52 heridos, pero la cifra podría aumentar porque varios hospitalizados se encuentran en un estado grave", declaró el jefe de la policía de esta ciudad santa chiíta, el coronel Abdel Razzak al Thai.
En un tercer ataque, perpetrado también este jueves, cuatro policías murieron por disparos cerca de Baaquba, a 60 km al noreste de Bagdad.
En la capital iraquí, cinco soldados estadounidenses resultaron asimismo muertos por la explosión de una bomba artesanal al paso de su patrulla, anunció el ejército norteamericano.
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