Transcribimos el texto completo, y luego haremos las observaciones al respecto. La circular tiene el encabezado de “República Bolivariana de Venezuela. Ministerio de Infraestructura. Instituto Nacional de Canalizaciones”, y como ya dijimos, al final tiene la firma y el nombre de su presidente, junto con el sello de la presidencia del instituto. No aparece fechada, pero ha circulado en el INC en esta semana. La circular dice así:
“Se hace del conocimiento a todo el personal de empleados y obreros del Instituto Nacional de Canalizaciones que, de acuerdo a la normativa legal vigente, sus planteamientos, inquietudes y requerimientos deben ser canalizados a través de su Director o Gerente de adscripción, en tal sentido se ratifica que la Presidencia del INC no posee ningún tipo de vínculo con representación sindical ni particular, que anuncian y ofrecen prebendas al margen de las pautas dictadas por la máxima autoridad.En primer lugar, esta circular desconoce el artículo 95 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), el cual establece el derecho de los trabajadores de constituir libremente, y sin necesidad de autorización alguna, organizaciones sindicales. De igual forma desconoce el artículo 96 de la CRBV, que establece el derecho de los trabajadores a la negociación colectiva y a celebrar convenciones colectivas de trabajo.
Igualmente se les recuerda a todos los trabajadores que sus derechos consagrados dentro del marco legal vigente, siempre serán respetados como los han sido hasta ahora, y los compromisos laborales se atenderán en la medida en que la disponibilidad presupuestaria lo permita, sin que para ello exista la necesidad de intermediarios que pretendan obtener contraprestación con ocasión a los beneficios laborales que a bien tenga honrar la Presidencia del INC a sus trabajadores. En tal sentido les invito a canalizar sus solicitudes de información a través de la Dirección de Recursos Humanos o su órgano regular de adscripción”. (subrayado nuestro).
Al afirmar el presidente del INC que “no posee ningún tipo de vínculo con representación sindical”, desconoce la existencia de sindicatos en Canalizaciones. Cuando afirma que estas representaciones sindicales “ofrecen prebendas al margen de las pautas dictadas por la máxima autoridad”, implica que desconoce lo que la constitución establece como mandato, en el mencionado artículo 96: “El Estado garantizará su desarrollo (de las convenciones colectivas de trabajo) y establecerá lo conducente para favorecer las relaciones colectivas y la solución de los conflictos laborales”. Para el presidente de canalizaciones, los problemas laborales los resuelve él solo, al margen de cualquier representación de los trabajadores.
Para el señor López Carrasquel, las normativas laborales son “dictadas por la máxima autoridad”, es decir, por él mismo, y los beneficios laborales son una especie de dádiva (cuando dice: “los beneficios laborales que a bien tenga honrar la Presidencia del INC”), que se otorgan si el presupuesto lo permite. Para el señor López, no existe representación colectiva de los trabajadores, ni negociaciones colectivas de las condiciones de trabajo. Sólo admite la representación unipersonal de cada trabajador, ante su jefe inmediato o ante la oficina de recursos humanos, y sólo para recibir “solicitudes de información”.
Pensamos que estas directrices del Presidente de Canalizaciones son propias de una dictadura fascista, pero que jamás pueden ser admitidas dentro de la revolución bolivariana.
En comunicación que la UNT-Zulia enviara a la Ministra del Trabajo con fecha 16 de junio de 2005, denunciábamos las maniobras que desde la Inspectoría del Trabajo de Maracaibo se habían realizado para reestructurar arbitrariamente la junta directiva del sindicato bolivariano del INC. Específicamente, en el punto 5 de dicha misiva, denunciábamos:
“El caso del Sindicato Bolivariano de Canalizaciones (SITBINC), en el cual fue modificada toda su junta directiva y tribunal disciplinario, modificación realizada por un grupo minoritario de la directiva, presentando actas fraudulentas, firmas falsas, convocatoria no firmada y no ajustada a los requerimientos establecidos en los estatutos del sindicato. Ante nuestro reclamo, la inspectora Borjas ratificó que cualquier grupo de trabajadores que le llevara una convocatoria, un acta de asamblea y unas firmas, ella procedería a decidir la modificación de la junta directiva de cualquier sindicato. Esta conducta de la inspectora Borjas establece una ausencia absoluta de seguridad jurídica para el movimiento sindical zuliano, como se lo hemos hecho ver en cada oportunidad en que nos hemos reunido con ella”.El resultado de estas medidas tomadas por el Ministerio del Trabajo han permitido que en el sindicato SITBINC se establezca un conflicto intrasindical, y actualmente no exista representación sindical legalmente constituida, pues el antiguo sindicato afiliado a Fetrazulia también fue objeto de una maniobra similar. Hoy pensamos, luego de conocer esta circular del Presidente del INC, que detrás de la medida tomada por el ministerio del trabajo en Maracaibo pudo estar la presión de los directivos del INC. Sabemos que la directiva del Instituto de Canalizaciones en Maracaibo tiene como asesor a un conocido y viejo dirigente adeco de Fetrazulia (que ahora funge como pretendido chavista), el cual por su experiencia pudiera haber montado todas estas trampas que han conducido al entrabamiento legal de los sindicatos existentes en canalizaciones.
En ocasión de las denuncias llevadas por UNT-Zulia ante la Ministra del Trabajo en junio pasado, solicitamos la destitución de la inspectora Borjas, la cual estaba implicada en numerosas irregularidades denunciadas en dicha carta, la cual exponía 17 casos distintos de aberraciones jurídicas cometidas por el Mintrabajo en el Zulia. Estas solicitudes no han tenido hasta el presente ningún tipo de respuesta de parte del Ministerio del Trabajo. La única respuesta oficial, si se puede considerar como tal, que hemos recibido del ministerio del trabajo, es el reciente auto dictado por la inspectora nacional del sector público, Elina Ramírez, en el cual rechaza la legalización de la Federación de Trabajadores UNT-Zulia, auto que no posee mayor fundamento legal y que obedece más que todo a una parcialización del ministerio a favor de tendencias de trabajadores que pese a no tener respaldo de sindicatos, si cuentan con el beneplácito de la burocracia dominante en el gobierno.
La conducta antilaboral presente en el Instituto de Canalizaciones se viene repitiendo en todas las instituciones dependientes del Ministerio de Infraestructura. Situaciones similares se han presentado en Ipostel, en el Inavi, y en el propio sindicato del Minfra. Por ejemplo, la directiva de Ipostel en el Zulia ha despedido en dos ocasiones al compañero Edison Hernández, directivo del sindicato SINTRACOMEZ, el cual ha ganado igual número de veces la reclamación de reenganche. Este compañero ha jugado un papel destacado en la conformación de la UNT-Zulia, y dentro de Ipostel ha encabezado las principales luchas reivindicativas, razón por la cual actualmente no le dejan entrar a las áreas laborales del instituto. Ipostel, en cambio, tolera a los directivos sindicales que se han vendido a la patronal y que no ejercen ningún tipo de reclamos laborales (actualmente el sindicato también tiene un conflicto intrasindical, y no tiene directiva legítima).
La UNT-Zulia ve con preocupación esta escalada antisindical y antiobrera que se viene presentando en algunas instituciones del Estado venezolano. Recientemente hemos denunciado las irregularidades presente en Hidrolago, en donde se desconoció y despidió al sindicato de trabajadores de empresas contratistas, y se les obligó a formar cooperativas. Situación similar se está presentado en el aseo urbano de Maracaibo (ver denuncias publicadas en Aporrea).
Pareciera que sectores importantes del gobierno bolivariano defienden criterios desconocedores de los sindicatos, de las contrataciones colectivas, y en general de los derechos laborales más fundamentales. Con el cuento de que la vieja dirigencia sindical era corrupta, se ha pasado a una situación donde no se admiten la existencia de sindicatos. Es el neoliberalismo salvaje en su expresión más pura. Ya no existen representaciones ni negociaciones colectivas de los trabajadores, sólo se admite la representación unipersonal para pedir información. El cumplimiento de los derechos laborales queda a discreción del patrono (representante del estado bolivariano) y para cuando exista “disponibilidad presupuestaria”.
La UNT-Zulia exhorta nuevamente a la UNT nacional a abordar esta grave problemática laboral, que amenaza la existencia futura del movimiento sindical venezolano.
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